A raíz de la picadura de la araña de los rincones, un adolescente argentino de quince años murió en Misiones. La víctima alcanzó a tratarse con el antídoto específico. Sin embargo, sus órganos ya estaban seriamente afectados por el veneno.
La picadura se produjo el sábado en la habitación de Marcos Oviedo, en la localidad de Corpus, a 75 kilómetros de Posadas.
El adolescente argentino sintió un fuerte dolor en una de sus rodillas y notó una pequeña lesión. Junto a su padre, fue hasta el centro de salud del pueblo. Allí un médico confirmó que se trataba de la picadura de un arácnido.
En tanto, los familiares del menor contaron que en ese lugar sólo le dieron un calmante y lo enviaron de regreso a su casa. En horas de la noche de ese mismo día Marcos advirtió a su familia que el dolor era muy intenso. “Ya tenía hinchada la rodilla y morada”, describió su padre.
El adolescente volvió al centro de salud; no obstante nuevamente los médicos lo enviaron a su domicilio con un nuevo calmante. De acuerdo con el relato del padre del menor, el domingo en la mañana la situación estaba peor. Marcos ya no podía pisar por el dolor. “Entonces nos derivaron con la ambulancia al Hospital de Posadas”, indicó.
El veneno inoculado por la araña de los rincones, afectó severamente los riñones y pulmones, lo cual obligó a su internación en terapia intensiva.
Los médicos de Posadas rápidamente realizaron el diagnóstico y le colocaron el antídoto específico. Pero, la víctima nunca pudo recuperarse y murió a causa de un paro cardiorrespiratorio.
Marcos cursaba sus estudios en una escuela técnica e integraba el ballet de danzas folclóricas de la Municipalidad de Corpus.
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La araña de los rincones es considerada la más peligrosa del género Loxosceles
La araña de los rincones no provoca dolor al inocular su veneno, sólo unas pequeñas ampollas. Pese a esto actúa rápidamente en todos los órganos y una demora en su diagnóstico deriva en el deceso del paciente, como ocurrió con Marcos.
Es una especie de araña araneomorfa de la familia Sicariidae que suele esconderse en grietas y rincones de difícil acceso, de ahí viene su nombre. Se considera como la más peligrosa de las arañas del género Loxosceles.