Argentina.– El Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano, publicó hoy un informe sobre la marcha de la economía argentina. En el mismo se proyecta una inflación del 43% y una caída del PBI del 1% para este año.
Comenzado el segundo semestre, algunos indicadores y cifras económicas hacen su aparición en el escenario económico argentino. La semana pasada, el Indec lanzó sus primeras mediciones luego de seis meses sin cifras causados por la transición y el cambio de autoridades.
[pullquote]Cifras privadas: Hace algunos días, la CGT decidió lanzar sus propias mediciones para contar con una referencia propia a la hora de negociar las paritarias. Hoy fue el turno del CENE de la UB, conducido por el economista Víctor Beker.[/pullquote]
El informe estima que también habrá un repunte de la economía pero sucederá “recíen hacia el utimo trimestre del año” cuando “la actividad mostrará signos de recuperación, la inflación se morigerará y el consumo volverá a los niveles de fines de 2015″. Por esas razones, la variación anual del PBI caería un 1%».
Otro punto sondeado es el que atañe a la inflación y, tal como lo anticipan los funcionarios del Ministerio de Hacienda, el CENE indicó que irá bajando lentamente durante este segundo semestre pero acumulado un valor anual de entre el 37% y el 43%.
Positivamente, Bleker sostiene que las mejoras relativas al consumo dependerán en gran medida de factores dinamizadores como el pago de los juicios a jubilados, los reajustes de haberes y el modo en que las paritarias se hagan efectivas. El cobro de aguinaldos es tomado también como un elemento que activa el consumo en esta segunda mitad del año.
Otro rubro que podría presentar mejoras es el de la construcción, en la medida en que algunos ahorristas o quienes poseen dólares decidan volcar sus capitales a refacción o adquisición de inmuebles.
Respecto a los valores de importaciones y exportaciones, el informe registra un equilibrio entre ambos números, Por un lado, los productos del sector agropecuario registran mayores volúmenes de exportación; por el otro, pese a la devaluación, la industria muestra signos de caída debido a la falta de competitividad.
Un impulso extra podría notarse si los ingresos del sector agrario se vuelcan hacia la compra de maquinaria agrícola o inversiones similares aunque, el escrito afirma que dicho impulso no será significativo mientras las tasas de interés continúen en valores altos como los que tienen hasta hoy.