En toda la historia de este tipo de Olimpiadas, existe un récord de atletas LGBT compitiendo este año en Río.
La jugadora de rugby Isadora Cerullo a pesar de no haber ganado medallas en ninguna categoría, ganó la posibilidad de tener una compañera para toda la vida, después que su pareja Marjorie Enya, voluntaria en los Olímpic s de 2016, le propuso matrimonio frente a sus compañeros de equipo, a lo que sin dudarlo la jugadora dijo que sí, y de esta manera los juegos presenciaron su primera propuesta de matrimonio.
Esta propuesta dejó en la palestra pública la creciente presencia de la comunidad LGBT en los Juegos Olímpicos, lo que suman unos 23 participantes, cifra mayor a los participantes en Londres 2012.
Por primera vez en Río 2016 se observó la presencia de un modelo transgénero que desfiló en la Ceremonia de Apertura cuando la modelo Lea T condujo la bicicleta que abría el desfile de la delegación de Brasil.
Elena Delle Donne le hizó una revelación a la revista Vogue antes de la realización de los Juegos que era gay, mientras que la medallista Rafaela Silva hizo lo propio en los medios brasileños el día después de su gran victoria en su tierra de origen.
Durante la ceremonia de relevo de la antorcha a efectuada en el barrio de Ipanema en Río de Janeiro, quizás uno de los más amigables con los LGBT, dos de los que llevaron la antorcha se besaron a medida que hacían el relevo.
La mayoría de las personas que han revelado su preferencia sexual, han sido mujeres, se conocen muy pocos hombres, quizás se deba a un tema de machismo.
Aunque luego de estos hechos los juegos se consideran mucho más progresivos, aun se observan focos de discriminación, por lo que mencionan que es importante denunciarlos para que exista una mayor equidad en el género LGBT.