Los altos niveles de plomo detectados en la sangre de los buitres, a través de un minucioso análisis, pone de manifiesto la contaminación dentro de la fauna silvestre en España.
Algunos científicos de la Universidad de Castilla-La Mancha, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Universidad de Coímbra (Portugal) y la Universidad Autónoma de Madrid han elaborado mapas espacio-temporales del riesgo de exposición a contaminantes ambientales como el plomo en la fauna silvestre.
[pullquote]Para llegar a esta conclusión se analizaron un total de 691 buitres, capturados por las autoridades ambientales de Aragón entre los años de 2008 y 2012.[/pullquote]
Tanto los modelos estadísticos como el análisis de isótopos estables de plomo realizados, indican que este metal procedería de al menos dos fuentes distintas, explicaron algunos investigadores de la Universidad de Coimbra.
Se conoce que el plomo geológico presente de forma natural en el suelo explicaría los altos niveles basales en la sangre de las aves mencionadas.
En España y en muchos otros lugares del planeta, se conoce que gran parte de las carroñas consumidas por los buitres son residuos de actividades humanas como la ganadería o la caza, cuya carne también es consumida por el ser humano; se sabe que el plomo afecta a muchas especies animales, especialmente grandes aves rapaces, llegando a causar la muerte de individuos, e incluso afectando a poblaciones enteras.
Los buitres, como otras especies situadas en lo alto de la cadena animal, son buenos guardianes de la contaminación ambiental, y su potencial como indicadores puede ser todavía mayor porque se alimentan de animales muertos.
Científicos y estudiosos del tema han realizado mapas que permitan dejar una huella, de donde se puede hallar una máxima contaminación de la fauna silvestre, lo que constituye una herramienta de gran valor para ayudar a próximos investigadores a delimitar las áreas donde se encuentre mayor exposición del plomo.