El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), denunció en un comunicado que el sufrimiento en Irak y Siria ha alcanzado niveles graves.
Peter Maurer resaltó con mucha preocupación en un comunicado que «los cientos de miles de muertos, millones de desplazados y las familias destrozadas” han alcanzado niveles sin precedentes. Además, de criticar que “incluso cuando se está terminando el mes sagrado de Ramadán, muchas personas están viviendo un miedo agudo y una inseguridad aterradora», resaltando, que está teniendo lugar “una catástrofe humanitaria”.
Todas sus acusaciones están basadas en videos grabados con tomas aéreas reunidas por al CICR, donde se muestran las destrucciones realizadas en la ciudad iraquí de Ramadi, capital de la provincia oriental de Al Anbar, ahora destrozada y convertida en un pueblo fantasma.
[pullquote]Cruz Roja denuncia niveles sin precedentes de sufrimiento en Irak y Siria[/pullquote]
En la cuidad liberada en diciembre del año 2015 por las fuerzas iraquíes, sus habitantes tienen mucho temor de volver a sus casas donde aun se puede apreciar los restos de guerra en las calles. En el comunicado por Maurer se expresa que “llevará meses o años, hacer que la ciudad vuelva a ser segura y reconstruir las casas y los dañados sistemas de agua y electricidad”.
El Comité Internacional de la Cruz Roja estima que diez millones de personas están desplazadas dentro de Irak y Siria y que cientos de miles han sido asesinadas. Por otra parte, Maurer exhortó a “la gente con influencia en el conflicto” a mostrar “visión, valentía y respeto por el valor fundamental de la dignidad humana”.
El responsable del Comité Internacional de la Cruz Roja añadió que “la gente necesita líderes que crean en la humanidad, que protejan las casa, las escuelas y los hospitales; que protejan a los civiles y que traten a las personas que capturan con respeto”.
Es válido denotar, que el conflicto en Medio Oriente tiene años y es de carácter político- religioso. Son radicales en ambos sentidos, no se respetan el uno al otro, defienden hasta la muerte sus creencias tanto políticas como religiosas, las cuales están estrechamente ligadas.
Hasta que en los países del Medio Oriente los líderes no se sienten a dialogar y busquen los puntos en común, realmente, no se logrará nada.