Uruguay.- El arándano denominado «la fruta del siglo XXI» le ilumina el camino de la exportación agrícola a Uruguay, debido a que el gigante asiático –China- le ha abierto su selectivo mercado para la adquisición de la mencionada fruta, por su sabor y los beneficios que concede a la salud del ser humano.
Simultáneamente, Uruguay asumirá en el venidero mes septiembre las miradas de todo el mundo de la fruta y el mundo de los negocios, puesto que junto a la nación Argentina serán asiento del próximo Congreso Mundial de Arándanos, que se lleva a cabo anualmente en distintas latitudes.
En este sentido y en referencia a la apertura del mercado chino para los arándanos, Javier Grassi, representante general de Gamorel, empresa principal de producción y exportación del país, insistió ayer que «se prevé la llegada de dos inspectores de China en el mes de octubre, adyacente a la realización del primer embarque».
Por otro lado, Marta Bentancur, perteneciente a la Unión de Productores y Exportadores Frutihortícolas del Uruguay, ratificó que China inició y dio apertura al mercado de todas las frutas cítricas uruguayas, lo que presume grandes apariencias para la producción y el comercio.
Congreso mundial a la vista
En el mismo orden, en la sede de la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU) fue exhibido el día de ayer el Congreso Mundial de Arándanos, que se desenvolverá entre el veinte y el veintidós de septiembre próximo en la ciudad de Concordia, Argentina; y en Salto, Uruguay, con el lema “Se necesitan dos para bailar el tango”.
Bentancur describió además los primordiales temas del congreso, que emprenderá en Concordia con el progreso de la producción internacional de arándanos, un panel de expertos en mercadeo europeos y la interrogante si Argentina, Chile, Perú y Uruguay son contrincantes o pueden complementarse en materia agrícola.
Cerca de trescientos cincuenta participantes también rivalizarán sobre los temas de cosecha y post-cosecha, pretenderán esclarecer si el arándano se puede o no diversificar en los mercados y afrontarán el cambio climático y sus efectos, en específico el desafío del registro antigranizo.
Dos temáticas nuevas estarán presentes en el congreso: las prácticas industriales de responsabilidad social, con una visión a nuevas obligaciones –un tema fundamental en la producción y el comercio mundial– y la actualidad de China, un comprador potencial gigante, que también cultiva arándanos.