River Plate perdió a casi todos sus soldados con los cuales había logrado conquistar el continente americano y es por eso que ahora, con el comienzo de una nueva temporada, es deber del técnico comenzar a diagramar un nuevo equipo que le permita alcanzar nuevamente la gloria.
Muchas de las piezas que conformaron la columna vertebral del River campeón de la Copa Sudamericana, Recopa, Copa Libertadores y Suruga Bank se encuentran dispersos en diferentes partes del mundo. El equipo de a poco fue perdiendo su nivel y el tope llegó en el semestre pasado cuando el Millonario quedó eliminado en los octavos de final frente a Independiente del Valle. En realidad, el techo había sido alcanzado en la final del Mundial de Clubes frente al Barcelona, pero el equipo de Messi y compañía juega a otra cosa, no es terrenal ese fútbol.
La eterna pretemporada le permite a Marcelo Gallardo disponer de mucho tiempo para llevar a cabo la renovación que pretende dentro del plantel. Los primeros pasos los dio en el mes de julio cuando decidió llevar a todo el equipo a Orlando (Estados Unidos) para realizar los trabajos de pretemporada. Allí se comenzó a observar que había un nuevo dibujo táctico que con el pasar de los días comenzó a tomar fuerza y ahora se volvió una realidad. Atrás quedó la figura clásica de Andrés D’Alessandro como el único conductor del equipo que se encontraba asistido por dos volantes y sobre sus espaldas, en forma de respaldo, la presencia de Leonardo Ponzio.
Vamos a empezar desde el arco y terminar con los delanteros.
Ser el arquero titular de River es uno de los retos más importantes del fútbol argentino debido a la gran cantidad de jugadores que pasaron por ese puesto y muy pocos lograron adueñarse de los 3 palos. La ausencia de Marcelo Barovero es algo difícil de reemplazar, pero el entrenador se la jugó al elegir a Augusto Batalla como su nuevo arquero titular. Sabe que la inexperiencia del joven le puede llegar a dar algunos problemas, por lo tanto se decidió negociar la llegada de Franco Armani. El arquero de Atlético Nacional amagó con jugar en el Millonario pero terminó renovando con el equipo colombiano que le entregó un conteiner de “verdolagas” en su nuevo contrato.
Se buscó por mar y aire el nuevo arquero pero todos estaban lejos de la economía del club. En el horizonte apareció Enrique Bologna, que venía de rescindir de mutuo acuerdo su contrato con Gimnasia de La Plata. El experimentado arquero sabe que será suplente y tendrá que aprovechar cada vez que le toque atajar, porque el guardameta titular es y será Augusto Batalla.
La defensa es un punto que solía ser fuerte en este equipo pero las ausencias obligan a formar una nueva. La llegada de Luciano Lollo, Arturo Mina y Jorge Moreira hablan de la urgente necesidad que tiene el entrenador por volver a formar nuevamente una sólida zaga defensiva. El único sobreviviente es Jonatan Maidana, que sigue siendo un punto inamovible del fondo y los demás deben acoplarse a lo que haga. La falta de un defensor izquierdo era de uno de las mayores faltantes dentro del plantel y es por eso que el entrenador apuntó a un central de experiencia y jerarquía como Lollo y además decidió incorporar algo de juventud y potencia, como es el caso de Arturo Mina. Algo curioso: los centrales incorporados son derechos pero tienen experiencia jugando por la izquierda, mientras que Leandro Vega, zurdo, fue cedido a préstamo a Newell’s por un año y con opción de compra.
¿Quién acompañará a Jonatana Maidana? Es uno de los grandes interrogantes que se plantea dentro de la defensa. Arturo Mina, por el momento, es un firme candidato para jugar en los encuentros de Recopa Sudamericana y en el debut del torneo local frente a Talleres. Sin embargo, la presencia de Luciano Lollo no pasa desapercibida, aunque debido a su lesión (hace poco comenzó a trotar y hacer algo de fútbol) por el momento queda relegado al banco de suplentes.
Los laterales también sufrieron cambios. Milton Casco, que llegó para ser el reemplazante de Leonel Vangioni, hoy es el titular del sector izquierdo y está lejos de ser el jugador que se vio en sus primeros partidos con la camiseta de River. La llegada de Jorge Moreira le permitirá a los hinchas no extrañar tanto la partida de Gabriel Mercado al Sevilla de España. El lateral paraguayo se proyecta mucho al ataque, siempre aparece disponible como opción de pase y tiene un gran ida-vuelta. Sus primeras impresiones fueron más que satisfactorias.
El nuevo River juega con un doble 5 en la mitad de la cancha y con dos creativos. Leonardo Ponzio – Nacho Fernández es la pareja encargada de recuperar balones y ponerlos en juego a favor de su equipo. Mientras que Andrés D’Alessandro junto al Pity Martínez son los designados para romper los moldes y darle mayor dinámica a todo el equipo. Hay una gran apuesta en el entrenador por recuperar al ex Huracán. El jugador tiene condiciones para poder brillar con la camiseta del Millonario pero debe desacelerar su forma de pensar y tomarse un tiempo más a la hora de ejecutar las jugadas. En los primeros encuentros se vio que Gonzalo Martínez busca dejar atrás su etapa de jugador veloz y atropellado para reemplazarla por una más constructiva y quebrador de caderas. La llegada de Iván Rossi también habla mucho de la preocupación que tiene el entrenador en el medio campo y con sus números 5. El ex Banfield podría alternar lugares con Nacho Fernández o Leonardo Ponzio, pero sus características lo hacen que sea un candidato más adecuado para la recuperación del balón y no para el armado de juego.
Hay que detenerse en Nacho Fernández de acuerdo a lo observado hasta el momento. El técnico trabajó y diseñó un nuevo sistema para que el jugador se transforme en el conductor del equipo. El juego nace desde los pies del ex volante de Gimnasia. En los últimos encuentros del Millonario se pudo observar que tiende a monopolizar la pelota y distribuirla a lo largo de todo el campo de juego para evitar que el equipo se vuelva estático y siempre tenga una postura más dinámica. Se presiona y se ataca cuando el volante izquierdo quiere. Esto permitió observar que a Andrés D’Alessandro se le quitó un peso de encima y se lo dejó más suelto dentro del campo de juego, pero su experiencia lo condiciona a ser un jugador clave en cada encuentro que participe.
Ayer por la mañana en el estadio Monumental se disputó un encuentro amistoso entre River y Tigre. Los titulares del conjunto de Victoria aplastaron por 0-3 a los de Marcelo Gallardo. Sorprende el resultado a pocos días del partido por la Recopa Sudamericana. ¿Cuál fue la gran falencia del equipo? La ausencia de Nacho Fernández. River pecó muchísimo en la falta de creatividad y casi que ni pateó al arco rival.
El ataque del Millonario también sufrió cambios y el más notorio es la ausencia de Rodrigo Mora en la dupla ofensiva. El uruguayo parece haber perdido su puesto con Sebastián Driussi, que a partir de esta temporada está disputando sus primeros encuentros en su puesto natural y no como volante o enganche como lo supo hacer en partidos anteriores. Además hay que sumar la incorporación de Marcelo Larrondo que llegó sobre el final del mercado de pases. Por el momento el atacante no tiene minutos oficiales con la camiseta de River porque se encuentra trabajando en su puesta a punto, pero se cree que cuando se encuentre al 100% seguro comparta el ataque con Lucas Alario. Mientras que Iván Alonso seguirá siendo una pieza de recambio importante y Giovanni Simeone continuará su carrera lejos del Millonario (Genoa de Italia) debido a la falta de minutos.
La primera prueba de fuego de este equipo, y sin restarle valor a los encuentros de Copa Argentina, será el próximo jueves en Colombia frente a Independiente de Santa Fe. Allí se pondrá en juego la Recopa Sudamericana y un premio de 600 mil dólares para el campeón. El certamen finalizará el 25 de agosto en el estadio Monumental.