El coro infantil más famoso y viajero del mundo, Los Niños Cantores de Viena, transita por una difícil crisis producto de la pandemia de coronavirus, en la que el “futuro lamentablemente no pinta muy bien”, según el presidente y director artístico, Gerald Wirth.
Después de una historia de más de medio siglo, el coro, una asociación sin fines de lucro que se financia principalmente con sus actuaciones, afronta una situación inédita, pues no actúa desde el pasado 8 de marzo. Y debido a la situación mundial, no se sabe cuándo volverán a presentarse. Hasta ahora cancelaron 113 conciertos, cifra que «previsiblemente aumentará hasta 200» en el resto del año, indicó a Efe la responsable de Dramaturgia y cuidadora del archivo del coro, Tina Breckwoldt.
«Acabamos de cancelar la gira por Estados Unidos planificada para el próximo otoño y también la de Alemania en diciembre«, añadió Breckwoldt.
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Los Niños Cantores de Viena
Breckwoldt también explicó que la pandemia es «una catástrofe para todos los organizadores de eventos culturales, pues temen la falta de público y no pueden asumir el riesgo de pagar el alquiler de las salas». La pérdida de ingresos asciende a 800.000 euros y se estima que habrá subido a dos millones al final del año, lo que puede significar la insolvencia.
«Desde hace semanas mantenemos intensos contactos con varios ministerios y con el Ayuntamiento de Viena, de momento sin respuestas concretas. Pero sí, esperamos alguna ayuda», dice Wirth, tras admitir que la asociación tendrá dificultades para pagar al personal a partir de septiembre.
Se trata de sobrevivir hasta que el coro de Los Niños Cantores de Viena «vuelva a funcionar de forma más o menos normal», algo que podría ocurrir hacia la próxima primavera boreal si hay una vacuna contra la covid-19, añade.
El coro y su tradición de formación musical integra la lista del Patrimonio Mundial inmaterial de la Unesco.
Coros en peligro
En el Palacio Augarten se encuentra el colegio en el que viven internados los 99 cantores de entre 9 y 14 años, que a su vez se dividen en cuatro coros homónimos cuando van de gira. Los «Sängerknaben», como se llaman en alemán, ofrecen una media de 300 conciertos al año.
El presupuesto anual –«estimado de la forma más ajustada»– que requiere en tiempos normales asciende a 3,2 millones de euros. En resumen, cada niño le cuesta a la organización entre 2.500 y 3.000 euros al mes, indica Wirth.
«Nuestros niños provienen de las más diversas clases sociales, religiones y nacionalidades. Todos son becarios», comenta el pedagogo, compositor y director de orquesta.
Pero el coronavirus afecta otros aspectos importantes de la vida de los cantores. El internado está cerrado desde marzo y muchos de los pupilos han tenido que volver a sus hogares (hay miembros del coro de países tan distantes como Nueva Zelanda o México). Solo los que viven con sus familias en Viena pueden en estos momentos asistir a las clases y ensayos como externos.