El cigarrillo electrónico llegó para sustituir el tabaco y ayudar en la reducción de la incidencia de las enfermedades y muertes relacionadas con el tabaquismo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi 6 millones de personas mueren como consecuencia del tabaco, ya sea directamente, por fumar o simplemente por estar expuesto al humo de segunda mano. En 2030, casi 8 millones de personas, principalmente de los países de bajos y medianos ingresos, habrían muerto como consecuencia del consumo de cigarrillos.
La adicción al tabaco es ahora considerado como una de las epidemias más importantes que nuestras caras de la sociedad y las diversas estrategias han sido desarrolladas por los gobiernos para reducir las tasas de tabaquismo en la población.
Los cigarrillos electrónicos fueron inventados en China y han estado en el mercado estadounidense desde 2007 y son dispositivos que funcionan con baterías que están diseñados para suministrar nicotina, sabor y otras sustancias químicas en forma de aerosol. Los aerosoles que producen los cigarrillos electrónicos son inhalados por el usuario, tal y como si se tratara de un cigarrillo normal.
Los cigarrillos electrónicos están clasificado por la OMS como los sistemas electrónicos de administración de nicotina (ENDS)
Estos dispositivos no queman tabaco, se cargan con una solución que contiene la nicotina y los productos químicos que simulan los efectos del tabaco real en el sistema del fumador y que se calienta hasta que se convirtió en vapor, por lo que pueden ser inhalados.
La dirección de solución está constituida por la nicotina, propilenglicol y glicerol, que funcionan como disolventes y humidificadores, respectivamente, agentes aromatizantes y otros compuestos químicos que se sabe que son tóxicos, tales como aldehídos, fenoles y metales.
La cantidad de nicotina depende del cartucho de solución que se utiliza, incluso hay soluciones libres de nicotina que sólo están aromatizados y son utilizados por las personas que sólo quieren que la experiencia sensorial gratificante que obtienen con el tabaco, pero sin los riesgos para la salud.
Uno de los beneficios más importantes de los cigarrillos electrónicos es que ellos podrían ayudar a los fumadores a reducir su consumo de cigarrillos normales o incluso a dejar de fumar.
Auge del cigarrillo electrónico en Argentina
Cada vez son más los argentinos que hacen uso del cigarrillo electrónico o “e-cigarrillos”, renunciando definitivamente a los rubios. Las tiendas se multiplican y las empresas producen cada día más. Un fenómeno que no para y parece permanecer su auge.
Unas de las empresas online más reconocidas en Argentina por su calidad y eficiencia son VaporAr y SoloVapeamos, las cuales ofrecen una amplia variedad de cigarrillos electrónicos a escala nacional y además le brinda la facilidad de comprar desde la web, con la rapidez de un solo click, kits para principiantes y avanzados, accesorios, repuestos, atomizadores, entre otros productos de gran ayuda para los fumadores.
Algunos escépticos podrían preguntarse si esto no es un asunto momentáneo y nada más, pero el hecho es que es la mejor alternativa para dejar de fumar y lograr un cambio favorable en su salud. Es una realidad que los que decidieron probarlo quedaron fascinados; mientras que aquellos que decidieron comprarlo y usarlo a diario juraron que si no dejaron de fumar, por lo menos ha disminuido el consumo de los cigarrillos con tabaco.