Existen muchos tipos de virtualización, todos ellos con un mismo objetivo: consolidar un ecosistema seguro y ágil para las empresas.
Y es por eso que cada vez más compañías están optando por virtualizarse. Este proceso es, sin lugar a dudas, el siguiente eslabón en la cadena evolutiva del mundo empresarial moderno, motivo por el cual aquellos que no se atrevan a dar el salto quedarán inevitablemente opacados y dejados atrás.
Por suerte, ninguna empresa debe afrontar por sí sola el proceso de virtualizarse.
No solo porque no sería para nada recomendable a menos que cuenten con experiencia en el rubro, sino también porque compañías como Preteco llevan ya muchos años acercando soluciones relacionadas a todos los tipos de virtualización a empresas de toda la región.
Pero, para ir entrando en tema, vamos a repasar a continuación algunos de los tipos de virtualización más populares, viendo también qué los vuelve tan útiles:
Virtualización de servidores
Al igual que todos los tipos de virtualización, la virtualización de servidores consiste en emular de manera digital un componente físico. En este caso, un host.
Lo que se busca es crear un ecosistema con un sistema operativo independiente, que le permita a las empresas correr varios sistemas operativos de forma simultánea en un único equipo, pudiendo sacarle así el máximo partido a cada uno de ellos.
La ventaja de estos tipos de virtualización es que permite acceder de forma mucho más veloz a todos los procesos, información y documentos que como se lograría con servidores físicos.
Se engloba la totalidad de los datos y programas que los agentes de una empresa utilizan para, de esa forma, alcanzar ritmos simultáneos e ininterrumpidos de trabajo.
De esta forma, se mejoran enormemente los niveles de eficiencia, a la vez que se reducen los costos dentro de la empresa.
El almacenamiento cloud, uno de los tipos de virtualización más populares
La nube es todo un mundo sumamente interesante que amerita su propio artículo. Y, aunque mucha gente no sepa lo que es exactamente, sin duda lo usan en su vida cotidiana, con ecosistemas cloud como Google Drive.
Y es que la virtualización del almacenamiento es uno de los tipos de virtualización más extendidos a lo largo y ancho del mundo, no solo gracias a su maleabilidad, sino también a la sencillez de su uso.
Al virtualizar el almacenamiento, lo que se logra es contar con repositorios altamente seguros y prácticamente ilimitados, que no consumen memoria interna de los equipos físicos y que son accesibles en cualquier momento y desde cualquier lugar, tan solo con tener conexión a internet.
La virtualización de almacenamiento es, además, una gran forma de hacer backups de la información y tenerlos almacenados en un lugar seguro, listos para usar.
Virtualización de aplicaciones
La idea de este tipo de virtualización es digitalizar programas y aplicaciones para que se las pueda ejecutar directamente a través de una plataforma determinada, sin la necesidad de iniciar sesión en una computadora cada vez.
Este es, también, uno de los tipos de virtualización más populares, y eso no es casualidad: acarrea consigo el beneficio de que garantiza una enorme disponibilidad para las aplicaciones.
Una vez más, permite ejecutarlas en cualquier momento y cualquier lugar siempre que se cuente con conexión a internet, sin que su configuración se vea alterada por ingresar desde distintos dispositivos.
¿Conocías todos estos tipos de virtualización? ¿Cuál implementarías en tu empresa? Contanos en los comentarios.