La comida japonesa suele poseer una serie de sorpresas y delicias, que en algunos casos son muy sanas. Sin embargo, varios ingredientes no son comunes ni tradicionales.
En este tipo de comida se encuentran alimentos como las algas, el jengibre, la raíz de loto, los brotes de bambú, y la negi, solo por mencionar algunos de los más exóticos. En muchos casos pueden resultar sabores muy diferentes a los que estamos acostumbrados a comer en la comida tradicional.
Cuando se comen fideos o sopas, se levanta el tazón, para evitar que la comida caiga y se hacen ruidos al comerlos; en cuanto al arroz blanco, no se le debe agregar salsa de soya, porque de esta manera se compensa el sabor fuerte de los demás platillos.
En la comida japonesa se acostumbra a comer pescados o mariscos crudos, uno de sus platos más conocidos de este estilo es el sushi.
Solo los hombres saben preparar sushi en Japón, y esto se debe a la temperatura de las manos de los hombres es menos alta que el de las mujeres.
Es raro acompañar las comidas con jugos o sodas, por el contrario se ingieren té verdes o infusiones, y no se le pone azúcar para poder disfrutar plenamente de los sabores de las comidas.
La sopa es consumida para una buena digestión, por este motivo en la cultura japonesa se consume siempre al final y no al principio.
En Japón no existe aguacate, y por lo tanto los platos que conocemos los cuales poseen este ingrediente no son originales sino que han sufrido modificaciones para darle un sabor más tropical.
Respecto al sushi, no se coloca todo dentro de la salsa de soja, ya que si se hace el pescado que contiene pierde totalmente el sabor.
Otra de las curiosidades es que los restaurantes donde se consigue el sushi son bastante pequeños, solo caben un máximo de siete personas, esto con el fin de tener al cocinero bastante cerca y disfrutar mejor de la gastronomía.