Anualmente mujeres y niñas son sometidas a mutilaciones de genitales femeninos, práctica común en África y el Medio Oriente.
La directora general de Plan Internacional en España, Concha López, resaltó que se debe eliminar la mutilación genital femenina en los próximos años y que debe ser resaltado como una prioridad para tema de agenda internacional.
En días pasados se aprobó la prohibición de la mutilación en cincuenta estados miembros de la Unión Africana, lo que representa un avance en torno a este tema tan delicado para gran parte de la población.
Este tipo de prácticas atentan contra la vida de muchas mujeres y niñas y del mismo modo dejan secuelas y daños físicos, que resultan ser irreversibles a la larga. Se estima que hasta la fecha unas 200 millones de niñas y mujeres han sido víctimas de este tipo de abuso.
A pesar de que esta prohibición se ha hecho ley en muchos países o se ha llevado a cabo por decreto constitucional, en los países en los que existe mayor prevalencia se siguen este tipo de prácticas aún de forma ilegal, poniendo en riesgo la integridad física y mental de las perjudicadas.
Existen ONG que se mantienen activas en cuanto a la defensa de los derechos humanos y especialmente en este caso de los derechos de las mujeres, pero hacen un llamado a la inclusión de más grupos sociales, para trabajar de manera conjunta con hombres, mujeres, jóvenes, líderes religiosos, profesores y estudiantes, para que toda la comunidad se mantenga informada y a la vez protegida con este tipo de iniciativas.
Se conoció que más de cincuenta jóvenes forman parte del Club de Niñas contra la Mutilación Genital Femenina, impulsado con el apoyo de Plan Internacional, en una escuela de Bonazuria. Las participantes reciben información acerca de las consecuencias del maltrato genital y discuten cómo hacer llegar los mensajes a su comunidad. El grupo los difunde a sus familias, empoderan a sus compañeras y contribuyen a poner fin de manera definitiva a esta práctica perjudicial.
Se estima que las comunidades se mantendrán movilizadas de la mano con los entes gubernamentales y las ONG para erradicar este tema y poder así exigir algún tipo de pena para quienes la practiquen de manera ilegal en cualquier parte del mundo.