Un dispositivo expandible capaz de rastrear condiciones gastrointestinales fue diseñado por ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Consiste en una cápsula de gelatina que al llegar al estómago adquiere el tamaño de una pelota de ping-pong suave y blanda.
Según explicaron sus desarrolladores, la cápsula está dotada de un sensor que permite rastrear la temperatura estomacal durante 30 días. Detallaron que multiplica su tamaño por 100 en 15 minutos, y que por asemejarse al de una pelota de ping pong impide que continúe el camino por el sistema digestivo.
Del mismo modo, señalaron que entre las condiciones gastrointestinales que podría detectar se encuentran úlceras estomacales, cáncer y otras más.
“El sueño es tener una píldora inteligente, que una vez ingerida permanece en el estómago y controle la salud del paciente durante un tiempo prolongado, como por ejemplo un mes”. Así lo manifestó el profesor de ingeniería mecánica en el MIT, Xuanhe Zhao.
El equipo de trabajo ya realizó pruebas exitosas en laboratorio, simulando las condiciones del órgano. Posteriormente hicieron lo propio en cerdos, porque estos tienen estómagos e intestinos similares a los humanos.
Para retirar la píldora del estómago, el paciente solo debe ingerir una solución de calcio que hace a la píldora tomar su tamaño original. Zhao indicó que estima, a largo plazo, la posibilidad de incluir dentro del dispositivo una pequeña cámara, para tener imágenes en caso de ser necesario.
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Composición del dispositivo
En un comunicado, el Instituto Tecnológico de Massachusetts señaló una gran ventaja de esta innovación. “Está compuesto por un material más suave, duradero y biocompatible que los sensores ingeribles actuales; los cuales pueden permanecer en el estómago sólo por unos días”.
El nuevo dispositivo está hecho a partir de dos hidrogeles. El material interno contiene poliacrilato de sodio, partículas absorbentes empleadas en productos comerciales, como pañales, por su capacidad de absorber líquidos e inflarlos de forma rápida.
La segunda capa protectora de hidrogel es para encapsular las partículas. Está creada de una multitud de cadenas nanoscópicas, cristalinas; cada una doblada sobre otra, en un patrón de estancamiento casi impenetrable.
“Tendrías que fragmentar muchos dominios cristalinos para romper esta membrana. Eso hace que este hidrogel sea extremadamente robusto y, al mismo tiempo, suave”, señaló el coautor del estudio Shaoting Lin.
Los investigadores esperan que a la píldora se le pueda administrar, de manera segura, varios sensores diferentes al estómago. Con ello buscarían monitorear los niveles de pH o los signos de ciertas bacterias o virus.