Según una publicación del diario New England Journal en su sección de medicina, la combinación de los medicamentos “Meropenem” – de amplio espectro- con la Amoxicilina y el Ácido Clavulánico, genera un efecto positivo en la salud, acelerando la actividad anti-bactericida de manera precoz.
En este sentido, el objetivo de la investigación se centró en desarrollar nuevas estrategias terapéuticas para hacerle frente a la amenaza, cada vez de mayor incidencia, de la tuberculosis en todo el mundo, con resistencia a los fármacos convencionales.
Para desarrollar el proyecto, un equipo de trabajadores de diversas universidades en todo el mundo y bajo la directriz de la Universidad de Stellenbosch ubicada en Sudáfrica dio inicio a la adopción de la modalidad de prueba de combinaciones de fármacos existentes en el mercado.
En el mismo orden y según relata el líder del proyecto, doctor Andreas Diacon, “el éxito fue rotundo y estuvo asegurado”. La alternativa de probar Meropenem surge de su composición química, como parte de la familia de los beta-lactámicos, con un perfil amplio de seguridad en caso de infecciones bacterianas. Sin embargo, antes del estudio se sospechaba que este tipo de antibióticos no era efectivo en el caso puntual de la tuberculosis.
Los resultados del ensayo clínico, con la aplicación de los medicamentos en treinta pacientes, revelan que al combinar el Meropenem más Amoxicilina y Ácido Clavulánico se produce un elevado dinamismo anti-bactericida durante las dos primeras semanas de tratamiento, lo cual resulta fácilmente comparable a la acción de fármacos empleados en el tratamiento de tuberculosis.
[pullquote]En dicho estudio participaron trabajadores del Instituto de Salud Global de Barcelona en España.[/pullquote]
El doctor Alberto García, indicó que «resulta necesario confirmar los datos arrojados por el estudio, haciendo mayor seguimiento y utilizando una muestra más amplia, para demostrar que la combinación de fármacos contribuye a la cura clínica de la tuberculosis”, agregó.
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cerca de dos millones de personas murieron de tuberculosis en el año 2014, de las cuales doscientas mil sufrían de tuberculosis resistente a multiplicidad de medicamentos. Esta disparidad de la enfermedad es el resultado del manejo inadecuado de antibióticos y la rápida transmisión de individuo a individuo.