El fundador de la compañía Defense Distributed, Cody Wilson, afirmó que está preparado para llevar hasta la Corte Suprema su lucha para publicar en Internet manuales para fabricar armas de fuego en impresoras 3D. Luego de arribar a un acuerdo judicial con el gobierno federal, el activista a favor de portar armas en Estados Unidos ya había puesto los planos en Internet.
Para quienes estuvieron en desacuerdo con la medida interpusieron una demanda en el Tribunal. Poco después, un juez de la ciudad de Seattle (noroeste) bloqueó temporalmente los manuales para imprimir armas en 3D. El magistrado aceptó la solicitud de los fiscales de ocho estados del país y el Distrito de Columbia. Los fiscales argumentaron que los planos podrían permitir a cualquier persona, desde un adolescente hasta un «lobo solitario«, fabricar armas de plástico imposibles de detectar.
Cabe destacar que en Estados Unidos, al menos unas 30.000 personas mueren al año a causa de las armas de fuego. El país está extremadamente dividido por el debate sobre el control de armas. Particularmente por numerosas matanzas masivas, muchas veces perpetradas con armas que fueron compradas de manera legal.
En una entrevista que realizó la cadena CBS News, Wilson defendió su postura diciendo que el acceso a las armas de fuego «es un derecho humano fundamental«. De hecho, horas antes de que el juez de distrito Robert Lasnik emitiera la orden judicial afirmó: «Lo que estoy haciendo está legalmente protegido”.
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La disputa por las armas en 3D se extiende
Después de que la administración de Trump resolviera una disputa legal de cinco años y realizara un acuerdo que permitió a la compañía publicar los diagramas en su sitio web «Defcad», los estados intervinieron para bloquear la publicación de los planos. Aunque el sitio se cerró el miércoles, los planos que se publicaron en línea antes de que la orden judicial entrará en vigor ya se habían descargado miles de veces. Ante esto Wilson dijo a CBS «Los archivos son de dominio público, no se pueden recuperar».
Después del dictamen que prohíbe la distribución de manuales, los grupos de control de armas aplaudieron la decisión del juez. La Campaña Brady para Prevenir la Violencia con Armas calificó a las armas de fuego impresas en 3D «nada menos que una amenaza para la sociedad«. El presidente Donald Trump parece oponerse a estas nuevas armas. «Estoy investigando la venta de armas de plástico 3-D al público», señaló en un tuit. «¡Ya hablé con NRA (Asociación Nacional del Rifle), no parece tener mucho sentido!«.