Durante las convenciones por la nominación a la presidencia del partido Republicano y del partido Demócrata quedó establecido de forma clara que la próxima elección presidencial de los Estados Unidos de Norteamérica, de noviembre de este año, es de una singularidad que no tiene ningún parecido con las elecciones precedentes en las últimas décadas.
Comenzando porque un gran porcentaje de los principales dirigentes de los dos grandes partidos manifestaron opiniones sobre la inconveniencia de apoyar a sus candidatos presidenciales.
Los que incluiría a más de un tercio de los votantes de ambos partidos republicanos y demócratas.
Así mismo, los dos candidatos han tomado posiciones en asuntos, que en las elecciones anteriores se hubieran considerado prohibidos para los grupos de poder dominantes, es decir los económicos y políticos.
A título de ejemplo, los dos candidatos durante el desarrollo de su campaña han sido expresado críticas muy duras relacionadas con el comercio y las políticas de libre comercio establecidas por los Estados Unidos con sus aliados, especialmente el republicano Donald Trump.
La enardecida crítica de Trump sobre las actuales políticas comerciales de Estados Unidos es uno de los temas de desconsuelo para las elites económicas y políticas de Estados Unidos, se podría decir que pacíficamente aceptan lo dicho por ambos candidatos.
Pero la realidad es que no existe un tal desconsuelo, sino más bien una actitud convulsiva para expresar con mayor tino el estado emocional cuando esto poderosos grupos discuten el asunto de Trump y el comercio.
John Engler, quien es el Presidente del grupo de presión económico considerado por los expertos como el más grande e influyente de Estados Unidos, La Rueda de Negocios, y fue gobernador del estado de Michigan, en una reciente entrevista dijo: «Hay una gran sensación de frustración aquí.» Las opiniones de Trump sobre el comercio son «diametralmente contrario» y un “motivo de gran preocupación» de la Rueda de Negocios…”. «Todo se ha puesto patas arriba»
Mientras Obama era el candidato en el año 2008, ofreció volver a revisar todo lo relacionado con el tratado de libre comercio de NAFTA si fuera elegido.
Pero una vez que fue elegido, él se transformó en el mayor defensor de la presidencia de libre comercio en la historia de los Estados Unidos.