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Equipos de trabajo exitosos: 7 rasgos que los distinguen

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equipos de trabajo exitosos

Conformar equipos de trabajo exitosos que puedan desenvolverse de manera eficiente para alcanzar sus metas y objetivos es el mayor desafío al que se enfrentan profesionales de los rubros más variados. 

Podemos ser personas expertas y estar altamente capacitadas, pero si no sabemos cómo complementarnos y enriquecernos a partir de las habilidades y talento del otro, entonces será difícil impulsar un trabajo en conjunto que funcione y nos conduzca hacia donde necesitamos llegar.

Asesorados por el especialista Alejandro Zubiría, recorremos en esta nota los 7 rasgos elementales que distinguen a todo equipo de trabajo exitoso.  ¿Comenzamos?

¿Qué se necesita para conformar equipos de trabajo exitosos?

No es una novedad, claro está, que el éxito se construye día a día y paso a paso. En este sentido, también, los equipos de trabajo exitosos son producto de un largo proceso de prueba y error, de búsqueda y, sobre todo, de comunicación interpersonal.

Crear ambientes laborales donde cada colaborador pueda desenvolverse y expresarse es indispensable para sentar las bases del éxito. También lo es una mirada optimista y empática, centrada más en aquello que une al equipo, esto es, los objetivos comunes, que en las posibles diferencias o desacuerdos menores.

Definir objetivos comunes es el primer paso que todo equipo de trabajo debe dar. Saber a dónde vamos y, en consecuencia, identificar cómo vamos a alcanzar esa línea de llegada es, en definitiva, nuestro punto de partida hacia el éxito.

A lo largo del camino, otros aspectos contribuyen a la consolidación de verdaderos equipos de trabajo exitosos: un liderazgo efectivo, la gestión del fracaso, el impulso de los puntos fuertes de cada integrante, el trabajo de la motivación y, finalmente, pero esencial, la interacción constante, respetuosa y empática.

Los 7 rasgos de un equipo de trabajo exitoso

1) Multidisciplinariedad

Múltiples puntos de vista permiten ir mucho más lejos de lo que uno solo podría hacerlo. Y ante una situación problemática, también un grupo de trabajo podrá sortearla de forma más efectiva y oportuna.

La puesta en común de perspectivas diferentes, como las oportunidades de diálogo, permiten abordar los objetivos desde todos los frentes, tomar decisiones más informadas y crear procesos de trabajo más eficientes y colaborativos. 

2) El foco son los objetivos comunes

En todos los equipos de trabajo exitosos un rasgo distintivo es que los objetivos siempre están por encima de las diferencias. 

En efecto, podrán surgir necesidades de diálogo, acuerdos o desacuerdos respecto a cuestiones específicas. Pero establecer metas comunes y respetar las decisiones tomadas en consenso es indispensable para construir buenos equipos de trabajo.

Como personas diferentes, podemos estar de acuerdo en cosas diferentes. Pero esto no debe prevalecer por sobre el compromiso de trabajar juntos y esforzarnos en el cumplimiento de nuestras responsabilidades.

En otras palabras, se trata de la madurez y solidez que puede y debe alcanzar un equipo de trabajo para crecer y obtener grandes resultados.

3) Toda función es necesaria para llegar al éxito

Un equipo de trabajo alcanza el éxito cuando logra comprender que cada uno de sus integrantes cumple una función necesaria e irreemplazable en la sinergia del mismo. 

Más allá de la posición o puesto en que cada persona se desenvuelve, su aporte es fundamental para sostener los procesos de trabajo y cumplir los objetivos propuestos.

4) Liderazgo consciente

Mucho puede decirse respecto al liderazgo consciente, y a todo aquello que una persona debe tener para ser un buen líder. Los equipos de trabajo exitosos son, valga la redundancia, exitosos, porque han sido y son liderados de forma consciente.

Pero, ¿qué hace a una persona un buen líder? Un buen líder es aquél que crea las bases para un ambiente saludable y respetuoso de trabajo. Un buen líder es aquél que conoce a cada uno de los integrantes del equipo, sabe cuáles son sus fortalezas y cómo impulsarlas hacia nuevas oportunidades. 

Un buen líder, en definitiva, crea un espacio de expresión y de identificación, donde cada colaborador puede hacer emerger su mejor versión. Por supuesto, también, es quien se posiciona como referente, transmitiendo de forma clara una visión de negocio.

5) Ímpetu de superación

El deseo personal de cada colaborador de superarse a sí mismo, comprometerse con el equipo de trabajo y dar su mayor esfuerzo también hace al buen desempeño general.

En ese sentido, es fundamental que cada integrante pueda ver que la verdadera competencia no es con el otro sino con él mismo.

6) Gestión del fracaso

Los equipos de trabajo exitosos saben que todo error puede transformarse en una excelente oportunidad de aprendizaje. Pueden incorporar ese error no como una derrota sino como una nuevo desafío para, ubicados ahora en un nuevo lugar, hacerlo mejor.

Los grandes equipos de trabajo saben que habrá obstáculos que sortear a lo largo del camino y que estos, justamente, son los que los impulsarán a superarse y a aprender de sus propios errores. Construyendo, así, las bases para el apoyo mutuo y una capacidad de resiliencia colectiva.

7) Planificación y concentración

Definir metas, plazos y procesos de trabajo es esencial para llegar a buen puerto. Los resultados son la consecuencia directa de los esfuerzos que hemos hecho para alcanzarlos. Como también, por supuesto, del tiempo y compromiso que le hemos dedicado.

Los equipos de trabajo exitosos se distinguen por su clara organización, fijando metas a corto, mediano y largo plazo. Toda acción es un paso para el cumplimiento de metas precisas y ha sido previamente estudiada e incorporada a su plan de trabajo.

Tienen, en efecto, una clara visión de hacia dónde se dirigen y saben cómo gestionar óptimamente sus tiempos y recursos para evitar perderse en el camino. Son resolutivos, centrados y, ante cualquier adversidad, confían en sí mismos y cuentan con herramientas para hallar la solución inmediata y seguir avanzando.

Equipos de trabajo exitosos, ¿qué lugar ocupa la identificación personal?

Para conformar equipos de alto rendimiento, es crucial que sus integrantes sientan una conexión personal con su rol dentro del mismo, es decir, que encuentren allí la oportunidad de crecer a nivel profesional y personal. Rodeados por personas que se identifican con ese equipo del mismo modo y apuestan, también, a la suma de sus esfuerzos.

¿Y vos? ¿Reconocés estas cualidades en tu equipo de trabajo? ¡Te invitamos a reflexionar sobre ellas y pensar cómo trazar tu propio camino al éxito!

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