El sol es indispensable para la vida, para el crecimiento óseo y para la síntesis de vitamina D; pero 10 minutos diarios de exposición son suficientes para esta función. Pero, ante la llegada de las altas temperaturas del verano, desde la Sociedad Argentina de Pediatría brindaron una serie de recaudos para evitar los golpes de calor en los niños.
Justo en esta temporada, es cuando todos buscan disfrutar del agua en la pileta, ríos o mares. Sin embargo, son los nenes de la casa quienes están mayormente expuestos a los efectos del sol: calor, insolación o deshidratación.
Al respecto, Esteban Rowensztein, médico pediatra de la SAP comentó: “La ingesta de líquido por parte de los niños en cantidades adecuadas es fundamental siempre, pero sobre todo en épocas de calor en las cuales la pérdida del agua corporal a través del sudor es mucho mayor”.
Especialistas advirtieron que los golpes de calor en los niños pueden derivar en síntomas muy diversos. Pueden presentar dolor de cabeza, náuseas, vómitos, mareos, decaimiento, irritabilidad, y desmayos; también llegan a mostrar sudoración excesiva, piel roja y caliente, tendencia al sueño y debilidad muscular o fiebre.
Si aparecen síntomas compatibles con un golpe de calor, lo más recomendable es consultar rápidamente al pediatra. No obstante sugieren trasladar al niño a un lugar fresco y ventilado, quitarle la ropa y refrescar su cuerpo con agua, y ofrecerle agua para beber.
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Recomendaciones para evitar golpes de calor en los niños
- Hidratarse, beber agua segura con mayor frecuencia aún sin sed.
- Elegir lugares frescos, ventilados y mojarse frecuentemente.
- Aumentar la frecuencia de las mamadas en los más chiquitos, estimular siempre la lactancia materna.
- No realizar deportes o actividad física al aire libre los días de mucho calor.
- Evitar el sol entre las 10 y las 16 horas.
- Usar gorro, anteojos de sol y remera con mangas.
- Comer liviano.
- No exponer al sol a bebés menores de 1 año.
- Aplicar protectores solares de amplio espectro contra UVA/UVB, media hora antes de la exposición; y renovarlo cada 2 horas en bebés mayores de 6 meses.
- Buscar preferentemente la sombra.
Es importante tener en cuenta los grupos que presentan mayor riesgo de sufrir golpes de calor. Tal es el caso de niños menores de cinco años, sobre todo los menores de 1 año; niños con enfermedades crónicas renales, cardíacas, neurológicas o mentales; así como niños con diarrea o fiebre por otras causas y niños con desnutrición u obesidad.