Boca.- Tévez, muy golpeado por la decepción en la Copa del último jueves, pidió unos días de descanso y Guillermo se los concedería para que retornara a los entrenamientos el lunes.
El Mundo Boca recibió una bofetada en la caída ante Independiente del Valle en la semifinal de la Copa Libertadores, y todavía sigue aturdido. Casi un mes de preparación, llegada de nuevos refuerzos y la fe ciega del hincha en este tipo de competiciones generaron una expectativa enorme para el pasaje a la final. La derrota fue un baldazo de agua fría para todos, sobre todo para Carlos Tévez, que volvió el año pasado con la ilusión de alzar «la séptima» para su equipo. Carlitos es el más afectado por la eliminación y le pidió licencia a Guillermo Barros Schelotto, quien finalmente decidió concederle tres días de descanso.
Tévez había tenido una charla mano a mano con Guillermo el día martes, y si bien se hizo presente al entrenamiento del miércoles, le expresó su petición de alejarse de las prácticas. El entrenador comprende que, tratándose del mejor jugador de su equipo, lo necesita al máximo de sus condiciones, y que tal vez con un breve alejamiento de las prácticas pueda recuperarse moralmente y renovar las energías. Así lo dio a entender en conferencia de prensa: «He hablado con él y es posible que tenga la licencia. Luego de un golpe así, algunos jugadores necesitan entrenar el doble y otros necesitan tranquilizarse».
El 10 de Boca, de bajo nivel en sus últimas presentaciones y sobre todo en la noche negra vivida en La Bombonera, busca enfriar la cabeza y resguardarse un tiempo en su familia para superar el bajón anímico que está pasando. A falta de un mes para el inicio del torneo, este descanso podría serle útil para llegar de la mejor manera.
Con el aval del director técnico, habrá que ver qué piensa el presidente Daniel Angelici (y también, cómo impacta en el resto de sus compañeros), pero todo apunta a que el ídolo será complacido en su pedido y se sumará al trabajo grupal la semana que viene.