Un grupo de investigadores del Instituto Europeo de Bioinformática de EMBL y del Instituto Wellcome Sanger (Gran Bretaña); han identificado casi 2.000 nuevas bacterias que residen en el intestino humano, especies que todavía no han sido cultivadas en el laboratorio.
Como es bien sabido, nuestro microbioma intestinal es un hábitat bacteriano importante y un contribuyente esencial para la salud. Sin embargo, existen ciertos desequilibrios en él que pueden contribuir a patologías como la enfermedad inflamatoria intestinal, las alergias, el síndrome del colon irritable y la obesidad.
Justamente estos desarreglos obedecen a que muchas especies de bacterias intestinales son extremadamente difíciles de cultivar en el laboratorio; por lo que existe un gran vacío en nuestro conocimiento de ellas.
Partiendo de esa base, los investigadores emprendieron un cuidadoso estudio, en el que dieron con las nuevas bacterias utilizando una variedad de métodos de bioinformática. El objetivo, analizar muestras de individuos de todo el mundo, con las que reconstruyeron los genomas de estas bacterias ocultas.
«Investigaciones como ésta nos están ayudando a crear un mapa del intestino humano. En el futuro, podría guiarnos a comprender mejor la salud y la enfermedad humana; e incluso podría guiar el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades gastrointestinales». Así lo reseñó Trevor Lawley, uno de los autores de la investigación, quien pertenece al Instituto Wellcome Sanger.
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Otro importante hallazgo
Por otra parte, científicos del centro de investigación VIB (Bélgica), establecieron una relación entre dos bacterias intestinales y la depresión. Ante tal descubrimiento, nutre la teoría sobre la capacidad de estos microorganismos para generar “compuestos neuroactivos”.
La investigación, cuyos resultados aparecen publicados en la revista Nature, desarrolló el primer análisis poblacional; para demostrar la relación entre bacterias intestinales, la salud mental y la calidad de vida.
Para ello, combinaron datos de microbiomas fecales con diagnósticos de depresión de médicos de cabecera de 1,054 participantes; en el llamado Proyecto Flamenco de Flora Intestinal del VIB.
Así, identificaron grupos específicos de microorganismos que se relacionaban positiva o negativamente con la salud metal. En concreto, hallaron una pobre presencia de dos géneros bacterianos, “coprococcus” y “dialister”, en individuos con depresión, independientemente de que recibieran o no tratamiento farmacológico.
“La relación entre el metabolismo microbiano intestinal y la salud mental es un tema controvertido. La idea de que los metabolitos microbianos pueden interactuar con nuestro cerebro y, en consecuencia, con nuestros sentimientos y comportamiento, es intrigante”, indicó Jeroen Raes, del VIB.
Sin embargo, precisó, la “comunicación” entre esas dos áreas se ha explorado principalmente en modelos animales. Por lo que ha dejado a la “zaga la investigación en humanos”.
“En nuestro estudio con poblaciones identificamos diferentes grupos de bacterias, que variaban con la depresión humana y la calidad de vida en todas las poblaciones”, concluyó.