Japón.- Según una investigación llevada a cabo por la Asociación de Planificación Familiar de Japón, se afirmó que la población japonesa no se encuentra muy interesada en las relaciones sexuales, lo que podría generar efectos consecuencias para el futuro del país.
En este sentido, ¿se puede imaginar un escenario en el que todo un país desaparezca por falta de sexo? Resulta posible afirmar que es viable que ocurra dicha situación en Japón en aproximadamente una decenas de años. Y es que es que existe un inapetencia y desgano por parte de los jóvenes, los cuales se niegan a mantener relaciones sexuales, lo cual ha propiciado que las autoridades hayan empezando a preocuparse
En el mismo orden, el cuarenta y nueve por ciento de los encuestados, entre dieciséis y cuarenta nueve años, expresaron que no habían tenido relaciones sexuales durante el último mes. Los encuestados proporcionaron una serie de razones del por qué: el 21,3% de los individuos casados y 17,8% de mujeres casadas mencionaron la fatiga del trabajo, y el 23% de las féminas comprometidas testificaron tener fastidio por el sexo al tiempo que el 17,9% de los varones dijeron que tenían poco interés o una fatiga fuerte en relación al sexo.
El gobierno japonés lo denomina «síndrome del celibato» y se cristalizó en toda una intranquilidad, ya que es un país con una estadística de natalidad muy baja. En el año 2012, el número de nacimientos disminuyó a un nuevo mínimo de un millón de personas la cifra más baja en dieciséis años.
Los especialistas imprimen que la mínima seguridad de conservar un empleo, la irresolución económica y los enfoques conservadores de la mujer en el hogar y el término del trabajo son en parte condenados de la declinación de relaciones amorosas en la pareja.
Uno de las motivaciones que imputaba la publicación japonesa es el alejamiento del hombre en la sociedad moderna y el progresivo protagonismo de la mujer en la misma. Por lo que el primer ministro de Japón ha intermediado para optimizar la tendencia originaria de la natalidad, proponiendo que el ochenta por ciento de los papás tomen el asentimiento de paternidad, igual que las madres que toman la autorización de maternidad. Según él, tal providencia podría apoyar al incremento de la natalidad.