Este martes 15 de diciembre, la justicia argentina procedió a registrar la casa del chofer de Diego Maradona, Maximiliano Trimarchi, en el marco de la causa en la que se investiga si hubo mala práxis en el tratamiento médico del astro del fútbol, que murió de un paro cardiorrespiratorio el pasado 25 de noviembre.
Según un comunicado la Fiscalía General de San Isidro, encargada del caso, en la madrugada de este martes, a petición del equipo de fiscales y por orden del juez, se realizó el allanamiento del apartamento de Trimarchi, durante el cual se incautó su teléfono móvil.
El motivo del registro obedece a que «se ha constatado» que el chofer de Diego Maradona se encontraba en la casa del barrio privado San Andrés, en la provincia de Buenos Aires, donde falleció el exfutbolista, al momento del deceso.
«La importancia del secuestro (incautación) de dicho elemento radica en que podría resguardar en ese dispositivo información valiosa vinculada al suceso», añade el texto difundido.
Lea también La controversial historia de Diego Maradona no acabó cuando murió
Inició la pericia informática
Además se dio a conocer que ya se inició con la pericia informática por parte de los peritos de la Unidad de Análisis e Investigación Digital de la Policía Judicial de la Procuración General de la Provincia de Buenos Aires, sobre los dispositivos electrónicos ya incautados en otros registros.
Este mismo análisis ya le fue aplicado el pasado viernes a los celulares del neurocirujano Leopoldo Luque, que atendía a Maradona, quien participó en su intervención por un hematoma cerebral a comienzos de noviembre; así como el de su psiquiatra, Agustina Cosachov.
El astro del fútbol argentino Diego Maradona falleció a los 60 años en el domicilio donde se recuperaba de esa intervención quirúrgica, entre otras dolencias. Tras su fallecimiento se inició una investigación por posible mala praxis que, aunque por ahora no tiene imputados, tiene en el punto de mira al cuerpo médico responsable del cuidado del «10», principalmente Luque y Cosachov.