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1 octubre, 2023 2:41am

La obra memorialística de Simone de Beauvoir

Simone de Beauvoir ha reflexionado sin pausa acerca de lo que para ella significó ser mujer. No solo en su afamado libro El segundo sexo, que ha nutrido el movimiento feminista del siglo XX y continúa haciéndolo hoy con sus relecturas, sino también a lo largo de los volúmenes que conforman sus memorias.

Estas imperdibles páginas recopilan la existencia de una mujer que incansablemente luchó por su libertad y por la construcción de un espacio propio. Ya desde una edad temprana, como puede leerse en la primera parte de estas rememoraciones, Memorias de una joven formal, Simone no pudo ni quiso resignarse a lo que la sociedad tenía preparado para ella y su género.

No de otra cosa que de esta negación a aceptar lo que parece inevitable surgió su escritura, y con ella una de las obras maestras de la literatura europea. Lo mismo dió forma al postulado central de su teoría: la mujer es una construcción social, no natural.

¿Quién fue Simone de Beauvoir y por qué leer sus memorias?

“Escribir siempre ha sido la gran preocupación de mi vida”, manifestó una y otra vez Simone de Beauvoir. Para ella “conocerse a uno mismo sólo es posible narrándose uno mismo”. De hecho, esto hace en sus memorias: narrarse a sí misma, su vida y sus pensamientos, dirigiéndose abierta y sinceramente a sus lectores.

El ciclo memorialístico de Simone de Beauvoir abarca Memorias de una joven formal (1958), La plenitud de la vida (1960), La fuerza de las cosas (1963), Final de cuentas (1972) y es necesario incluir La ceremonia de los adioses, publicado después de la muerte de Jean Paul Sartre, su incondicional compañero, en 1981.

La autora nace en París en el año 1908 y reside allí hasta 1929, fecha en que ha finalizado sus estudios de Filosofía, ya ha conocido a Sartre y decide viajar hacia las provincias para dar clases en un instituto.

Este período comprende la primera entrega, Memorias de una joven formal, donde Simone de Beauvoir retrata su infancia y adolescencia y analiza el mundo familiar burgués de un modo impresionante. A ello, se suma la reflexión de las experiencias afectivas e intelectuales vividas hasta sus veinte años.

La escritora, profesora y pensadora francesa tuvo además una importante participación en la vida política de su época. Ella y Sartre fundaron  la revista Les temps modernes, un referente cultural y político del pensamiento francés de la segunda mitad del siglo XX. Asimismo, como es ampliamente conocido, participó activa e incansablemente en la defensa de los derechos de las mujeres.

La reflexión de la condición femenina la ha convocado siempre en su escritura. ¿Qué es ser mujer? se pregunta Simone y su célebre frase “nadie nace mujer: se llega a serlo” es tan solo el inicio de su larga y poderosa respuesta. 

La filósofa advierte que la feminidad no debe considerarse una determinación biológica, sino una construcción social. Sujeta a los interrogantes por la existencia de la vida y sus formas, lo esencial, para ella, fue la libertad. Con Sartre no se casaron ni convivieron, mantuvieron en cambio una relación polígama y bisexual. Ninguno de los dos estaba dispuesto a acatar las estructuras impuestas por la sociedad.

“Parecía que yo existía de dos maneras; entre lo que yo era para mí y lo que era para los demás no había ninguna relación” se sincera Simone de Beauvoir en sus memorias, tal es así que a lo largo de toda su vida se esforzó por ser genuinamente aquella y deconstruir al máximo a esta.

 

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