Pese a que el proyecto y propósito de Google Glass se mantiene en «stand by» desde hace mucho tiempo, al parecer podría llegar a puntualizarse finalmente. Esto, gracias a la publicación de la Oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos (USPTO) la cual anunció un derecho de unas nuevas Google Glass, que aparentemente, estuvieron aprobadas por diferentes ingenieros de Google.
En este contexto, lo novedoso de esta patente y que quizá haya incitado a favor de su asentimiento desde Google, es que la fuente de energía de las gafas concurriría a baterías de tipo recargables, lo que simbolizaría una disminución de gastos y un menor daño al medio ambiente. Si bien la patente no corrobora la continuación del proyecto, manifiesta el interés de Google por registrar la idea.
En cuanto al esbozo de diseño, los nuevos Google Glass nivelarán el peso de las gafas en las orejas y no en la nariz, impidiendo así posibles molestias al usarlos. Para conseguirlo, las lentes poseerían una especie de touchpad en una patilla mientras que en la otra se hallaría el procesador y otros elementos.
Otro invento novedoso
En otro orden de ideas, el Proyecto Foghorn es uno de las concepciones directas de la ciencia ficción que hemos llegado a esperar de Alphabet, el amplio conglomerado antes conocido como Google. La idea, pensada por el laboratorio de investigación de la compañía, debía emplear agua de mar y química para establecer combustible que pudiera purificarse y refinarse para convertirlo en nafta. A diferencia de la nafta actual, no favorecería al calentamiento mundial, debido a que reciclaría el bióxido de carbono que ya está circulando en la atmósfera.
De haberse concretado exitosamente el proyecto, acaecería una modificación de la definición de energía verde y contenidamente, habría carcomido a algunas de las manufacturas más importantes del mundo. Sin embargo, después de dos años de estarlo intentando, Foghorn sucumbió en el mes de enero.
Google X insolentemente se relata a sí misma como «la fábrica de las grandes ideas». Es la gente que está detrás del coche sin piloto o conductor, junto varios múltiples planes como el envío de acceso a internet con un rayo desde esferas en la estratosfera y Wing, un servicio de entregas con drones.