Este miércoles, oficialistas y opositores venezolanos volverán a medir sus fuerzas en las calles del país. Sin embargo, el ambiente está encendido debido a las pequeñas protestas desatadas en todo el país, tras la sublevación de 27 militares que desconocieron al presidente Nicolás Maduro este lunes 21 de enero.
En al menos 30 lugares de Caracas y sus cercanías registraron distintas acciones de protestas, disturbios, bloqueos de calles con quema de basura, saqueos de encapuchados a unos cuantos negocios y cacerolazos, según reportes de vecinos y del privado Observatorio de Conflictividad Social.
La situación estalló este lunes, cuando después de intensos llamados de la oposición a la Fuerza Armada para que rompa con Maduro, 27 militares robaron armas de un cuartel y se atrincheraron en un destacamento en Cotiza, al norte de la capital venezolana, donde fueron detenidos.
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Aumenta la tensión
Los opositores venezolanos se preparan para manifestarse este miércoles 23 de enero, siendo esta además una fecha de fuerza histórica en Venezuela, contra lo que consideran un presidente «usurpador».
Asimismo, la movilización busca exigir un gobierno de transición y nuevas elecciones.
Sin embargo, la tolda oficialista insiste en que el único camino es “hacia el socialismo». De hecho, el líder número dos del chavismo, Diosdado Cabello, instó a los seguidores del gobierno a marchar masivamente en distintos puntos del país.
Sin duda, estas movilizaciones constituirán el primer gran pulso en las calles tras las violentas protestas que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio de 2017, en medio de la peor crisis en la historia moderna del país petrolero, que actualmente enfrenta una fuerte escasez de alimentos y medicinas, además de una hiperinflación que el FMI proyecta 10.000.000% para este 2019.
Gobierno de transición
Este martes, en medio de todo este contexto, el Parlamento de mayoría opositora debatirá el marco legal de su propuesta para instaurar un gobierno de transición, que incluye el ofrecimiento de amnistías a militares que desconozcan a Maduro.
La sesión desafía una sentencia que dictó el lunes el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ, de línea oficialista), que declaró nula la junta directiva parlamentaria presidida por Juan Guaidó y reiteró el fallo judicial de 2016 que declaró en desacato al Parlamento y nulas todas sus decisiones.
Pero bajo el liderazgo de Guaidó, el Congreso venezolanos declaró a Maduro «usurpador», después de que asumiera el 10 de enero un segundo mandato considerado ilegítimo por varios gobiernos, y prometió la amnistía a los militares, considerado el sostén del presidente.
«No te estamos pidiendo que des un golpe de Estado, que dispares. Todo lo contrario, te estamos pidiendo que defiendas junto a nosotros el derecho del pueblo (…) a ser libre», dijo Guaidó en un mensaje a los militares, difundido la noche del lunes.
El jefe legislativo, quien se ha dicho dispuesto a presidir el gobierno de transición, asegura que el mensaje del Parlamento está calando y que el fugaz alzamiento militar muestra el descontento en la Fuerza Armada.