No hay un solo tipo de pérdida auditiva. Para realizar un diagnóstico preciso, el profesional en otorrinolaringología y/o audiología evalúa numerosos aspectos, como la estructura del sistema auditivo afectado, las causas, el momento de aparición de los síntomas y, tras una serie de estudios específicos, el grado de hipoacusia presente.
¿Qué grados de pérdida auditiva existen?
Nuestro oído tiene la capacidad de escuchar un amplio espectro de sonidos. En otras palabras, existe un rango auditivo (niveles de frecuencias de sonidos) que el sistema auditivo humano está en condiciones de escuchar.
Mientras que los tonos se miden en hertz (Hz), su intensidad se mide en decibeles (dB). Una persona presenta pérdida auditiva cuando, para poder escuchar los sonidos, su intensidad debe superar los 25 dB.
Identificar los valores de la pérdida de la audición es muy importante, ya que es a partir de esta información que el profesional puede diagnosticar cada caso en particular, de acuerdo a cuatro grados de hipoacusia: leve, moderada, severa y profunda.
¿Cuándo hablamos de hipoacusia severa?
Se considera que la pérdida de la audición es severa cuando una persona no puede percibir sonidos de intensidad inferior al rango específico que va desde 71 dB a 90 dB. En estos casos de hipoacusia, la propia capacidad de comunicación se encuentra afectada, ya que usualmente una conversación entre dos personas no excede los 60 dB.
Respecto al tratamiento, es el profesional quien indica la opción más adecuada según las necesidades auditivas manifestadas en cada caso por el paciente. También, se contempla el hecho de si la pérdida auditiva es unilateral (afecta a sólo un oído) o bilateral (ambos oídos están afectados).
En casos de hipoacusia severa, una solución como los audífonos no suele ser suficiente. Este tipo de tecnología, enfocada en la amplificación acústica, no es la indicada para tratar pérdidas auditivas severas o profundas a nivel del oído interno.
Se procede, entonces, al tratamiento con implantes auditivos. Aquí también las opciones son más de una: implantes de conducción ósea e implantes cocleares serán la alternativa correcta, dependiendo de cuál sea la estructura del sistema auditivo dañada.
¿La pérdida auditiva severa puede ser tratada con audición bimodal?
De forma natural, las personas podemos identificar diferentes sonidos, voces y fuentes sonoras porque oímos con ambos oídos. El cerebro recibe la información que le llega por ambas vías auditivas y, luego, se encarga de procesarla e interpretarla.
En la audición bimodal un audífono y un implante coclear funcionan de forma complementaria, con el objetivo de lograr una audición lo más semejante posible a la audición binaural normal.
Esta solución es indicada principalmente en casos de pérdida auditiva bilateral asimétrica, cuando el déficit auditivo es de grado más severo en uno que en otro oído.
Con la audición bimodal, la persona puede experimentar una mejora significativa en su calidad de vida y desenvolverse con mayor comodidad en ambientes exteriores, reuniones, restaurantes y demás espacios multi-sonoros.
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