18.5 C
Buenos Aires
8 junio, 2023 9:27am

Polo: La batalla de los clones

El año pasado se clonaron cerca de 400 caballos en todo el mundo, de los cuales entre 70 y 80 fueron en el país. Argentina comenzó a colaborar en esta técnica en 2010.

Argentina es uno de los países en el mundo que cuenta con la tecnología necesaria y afianzada para clonar caballos. La técnica es muy usada en el polo para obtener yeguas jugadoras con genética valiosa. La empresa Crestview Genetics se dedica a la venta de embriones y clonación equina. Clonar cada ejemplar cuesta entre 100 y 150 mil dólares. En el 2010, científicos del Conicet, la UBA y un sector privado lograron clonar el primer caballo en el país, así la Argentina se unió a países como Canadá, Estados Unidos y Italia que también usan ese método. El primer proyecto de clonación les tomó a los científicos argentinos cerca de tres años de trabajo.

A su vez, el exjugador de polo Gonzalo Pierres se manifestó totalmente en contra de la clonación y dijo “no hay garantías de que funcionen. En el salto muchos clones no han rendido y ahí se mueve mucho dinero como para probar. Además, existe un gran problema con su identificación, porque podemos tener una yegua clonada que sea madre y ésta también lo sea, y las tres tengan una idéntica genética”.

Por otro lado el líder de La Dolfina, Adolfo Cambiaso, quien fue el primero en el país en usar caballos clonados en sus competencias con muy buenos resultados opinó lo contrario “yeguas históricas podrían estar jugando hoy y tener mucha descendencia. A eso apunto yo, a tener más calidad y no tanta cantidad. A perfeccionar más todo”.

En el 2007 la Federación Ecuestre Internacional declaró mediante un comunicado que clonar caballos estaba prohibido, ya que era lo contrario al espíritu deportivo y que no era justo para la competencia. Sin embargo en el 2012 la Federación se replanteó la decisión. Después de analizar los caballos clonados determinaron que estos eran copias a los originales en un 98 por ciento. Ya estaba extinta de que los clones son réplicas exactas, debido a ese margen de error del 2 por ciento fue lo que los llevó a levantar la prohibición.

Más articulos

Últimas noticias