Las protestas en Bielorrusia, producidas en rechazo a los resultados de las elecciones presidenciales en el país, han dejado más de 1.000 personas detenidas, según dijeron las autoridades.
Entre las protestas que se desataron, el martes 11 de agosto por la noche, se produjeron marchas en 25 localidades bielorrusas, indicó a The Associated Press la vocera del Ministerio del Interior Olga Chemodanova.
En las últimas tres noches, miles de personas se han manifestado en la capital, Minsk, y otras ciudades cuestionando los resultados oficiales de la votación.
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Alexander Lukashenko elegido presidente
Por su parte, la Comisión Electoral Central dijo que el presidente, Alexander Lukashenko, obtuvo la victoria para un sexto mandato en los comicios del domingo con un 80% de los votos.
Mientras que la principal candidata de la oposición, Sviatlana Tsikhanouskaya, que atrajo grandes multitudes a sus actos de campaña, donde los votantes expresaron su frustración con los 26 años de mandato autoritario de Lukashenko, obtuvo apenas el 10% de los votos.
La policía intervino para disolver las protestas en Bielorrusia con porras, granadas aturdidoras, gas lacrimógeno y balas de goma. En medio de los enfrentamientos y disolución de las manifestaciones, uno de los presentes murió el lunes 10 de agosto en Minsk, y decenas de personas resultaron heridas.
Muchas personas tenían miedo de buscar atención médica, temiendo que se les procesara por participar en las protestas, según el grupo bielorruso de derechos humanos Viasna.
Protestas en Bielorrusia
El Comité Investigador de Bielorrusia abrió esta semana una pesquisa penal por disturbios masivos. Unas 3.000 personas fueron detenidas tras las protestas registradas desde el domingo, y otras 2.000 en las marchas iniciadas el lunes, y que duraron hasta bien entrada la noche.
Entre los detenidos se encuentran casi 30 periodistas, según dijo el miércoles la Asociación Bielorrusa de Periodistas. A tres de ellos ya se les condenó a detenciones administrativas de entre 10 y 15 días, y otros 25 seguían retenidos a la espera de su vista judicial.
Lukashenko, que gobierna con puño de hierro desde 1994, tildó a los opositores de “borregos” manipulados por influencias extranjeras y prometido una respuesta dura a las protestas. Las intervenciones policiales de esta semana provocaron duras críticas de la Unión Europea y Estados Unidos.