Luego del ataque con un dron estadounidense en Irak que produjo la muerte del general iraní Qasim Soleimani, los miembros de la mezquita Jamkarān en Qom, Irán, izaron una bandera roja que simboliza “sangre derramada injustamente”.

De acuerdo con el periodista de la cadena Kurdistán24, Barzan Sadiq, es la primera vez que se realiza este tipo de actos en la tradición chiíta.

“Simbolizan la sangre derramada injustamente y sirven como un llamado para vengar a una persona asesinada”, escribió Sadiq a través de su cuenta en Twitter.

Por otro lado, dos proyectiles impactaron el sábado en la Zona Verde de Bagdad, el barrio bajo alta protección donde se encuentra la embajada estadounidense.

Este hecho ocurre después de que un dron estadounidense atacara en las inmediaciones del aeropuerto de Bagdad, el viernes a Qasim Soleimani, jefe de la Fuerza al Quds de los Guardianes de la Revolución, encargado de las operaciones exteriores de Irán; y a Abu Mehdi al Muhandis, el hombre de Irán en Irak, así como a otras ocho personas.

Lea también Estados Unidos mandará miles de soldados a Medio Oriente

Presidente iraní prometió venganza

Por su parte, el presidente iraní, Hassan Rouhani, advirtió este sábado que Estados Unidos será testigo de “las consecuencias” producto del asesinato del comandante Qasim Soleimani, “no solo hoy sino a lo largo de los años venideros”.

“Los estadounidenses no se dieron cuenta del gran error que cometieron (…) Sin duda Estados Unidos es hoy mucho más odiado (que antes) entre la gente de Irán e Irak”, dijo Rouhani durante una reunión con la familia del comandante fallecido.

El mandatario también aseguró que “los jóvenes iraníes siguen y aman el camino” trazado por el comandante de la Fuerza Quds, por lo que en Irán “se crearán si Dios quiere decenas de generales Soleimani”.

“La venganza de la sangre del mártir Soleimani tendrá lugar el día en que vemos que con la continuación de la lucha se ha cortado para siempre la mano maligna de Estados Unidos en la región”, acotó un comunicado de la Presidencia iraní.

El presidente iraní destacó que Qasim Soleimani “no era solo un comandante de guerra y un importante planificador de operaciones, sino que también era un político y estratega excepcional y talentoso”.

El general Qasim Soleimani, de 63 años, era el encargado de las operaciones fuera de Irán de los Guardianes de la Revolución y estuvo presente sobre el terreno en Siria y en Irak, supervisando a las milicias respaldadas por Teherán en ambos países árabes.