En términos médicos este síndrome se llama vulvodinia, una enfermedad silenciosa que es más común de lo que parece
La vulvodinia se trata de un síndrome de dolor crónico que viene con advertencia y tener una duración extremadamente larga. Suele estar de síntomas como ardor, comezón, dolor, inflamación y resequedad. Este dolor en la vulva puede aparecer en diferentes etapas de la vida y dificultar el encuentro sexual.
Esta es una molestia que puede tomar la forma de ardor y cualquier combinación de dolor, irritación, prurito y/o dispareunia (dolor en el momento de la penetración). El dolor puede ser concentrado en un solo lugar o impreciso, superficial o profundo y la intensidad puede variar de moderada a intensa. Mujeres de distintas edades acuden a los especialistas con esta patología y es considerada una enfermedad “silenciosa”, ya que diagnosticarla resulta muy complicado.
Es muy importante tomar en cuenta que la vulvodinia puede
Existen otros motivos que pueden generar dolores parecidos a los de la vulvodinia, entre ellos:
- Problemas físicos generados por accidentes o por abuso sexual
- Patologías precancerígenas y cáncer.
- Enfermedades sistémicas como la de Behcet, el síndrome de Sjrogen, lupus y la enfermedad de Crohn.
- Enfermedades de la piel tales como la dermatitis, eczemas, psoriasis, lichen sclerosus y lichen planus y pemphigoid y pemphigus.
- Irritación producida por ropa interior que no es de algodón, cremas, supositorios, productos para la higiene femenina, etc.
Lo peor del caso es que no existe una cura para vulvodinia, aunque sí hay tratamientos disponibles. ¿Cómo evitarlo? ¡Fácil! Tu mejor opción para evitar la vulvodinia, es tener sexo, MUCHO sexo porque promueve el colágeno saludable y las células que mantienen el flujo de sangre en esa área. Y bueno, si no tienes pareja, ¡la masturbación también ayuda! Lo importante es la estimulación sexual ya que te hará feliz y, al parecer, ¡también hará feliz a tu vagina!