Las normas ISO son un conjunto de requisitos que proporcionan a las empresas diferentes exigencias, que se vuelcan en los instructivos y procedimientos tras cuyo cumplimiento optimizan la gestión en todos sus ámbitos.
Estas normas son establecidas por el Organismo Internacional de Estandarización, y son en sí mismas herramientas específicas de gestión aplicables en cualquier tipo de organización o empresa.
Es muy habitual escuchar la pregunta ¿Para qué sirven las normas ISO? La respuesta es bastante sencilla. Todo el conjunto de normativas ISO tiene un mismo objetivo común: mejorar los resultados de los procesos de las organizaciones, con lo cual también se logra aportar a la calidad de sus productos y servicios. Cuando decimos mejorar los resultados de una organización nos referimos a un proceso de superación permanente destinado a ubicarla en el mercado con una posición competitiva de excelencia que da una real diferenciación respecto de sus competidores.
La certificación ISO de un producto o servicio actúa como garantía de calidad y seguridad, plantea un estándar difícil de alcanzar por otros caminos.
¿Cómo surgieron las normas ISO?
Las normas ISO surgen a partir de la necesidad de especificar los productos y servicios de manera global. En su momento se consideró necesario y conveniente hacer comunes los contenidos de las especificaciones para que tanto compradores como vendedores pudiesen contar con requisitos idénticos eliminando así todo tipo de errores de interpretación.
Gracias a los procesos de globalización y la debida importancia que ha tomado la figura del consumidor, estas normas, pese a que poseen un carácter voluntario, han ganado gran reconocimiento y aceptación internacional otorgando a las empresas que las aplican un merecido prestigio.
¿A que se deben las diferencias entre las normas ISO de Sistemas de Gestión?
Todas las normas ISO relativas a Sistemas de gestión, tienen la misma estructura. Ello les permite tratar diferentes temáticas o áreas de actividad de la misma forma. Su diferencia radica justamente en las áreas de actividad de la que se ocupan. Un ejemplo pueden ser las normas ISO 9001, que suelen ser las más utilizadas, ya que certifican los estándares de calidad de los productos y servicios que una empresa produce a nivel general. Puede decirse que son las más universalmente aplicadas.
Además de la 9001, hoy en día existe una cantidad creciente de normas de Sistemas de Gestión que se ocupan de diferentes actividades específicas como pueden ser la Salud y la seguridad ocupacional, la seguridad en el transporte, la inocuidad alimentaria , el medio ambiente, el ahorro de energía etc
En general las normas ISO están centradas en la regulación de procesos relacionados con la fabricación, producción y venta de productos o servicios.
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