La langosta, mejor conocida por todos como Larry, tiene 110 años y pesa 6.8 kilos. Un grupo defensor de animales salvó a Larry y pagó 300 dólares para que su jugosa carne no acabara en el plato de los amantes de este marisco, que se sirve muy bien en Tin Fish de Sunrise, ubicado en Miami.
En lugar de terminar en el menú, Larry va camino a las aguas frías de Maine, en el estado de Nueva Inglaterra, en la costa noreste de Estados Unidos. Allí disfrutará de una segunda oportunidad de vida gracias a Rescue Wildlife y varios empresarios ubicados al sur de Florida.
El apreciado molusco fue capturado y había sido vendido a Joe Melluso, propietario de Tin Fish, quien estimaba servirla en días pasados con algunas salsas de guarnición. Sin embargo, los integrantes de este grupo rescatista intervinieron y decidieron adquirir el crustáceo por el monto señalado, además de cubrir todos los gastos del traslado especial de Larry a su hábitat natural.
Amir Rossi, propietario de la compañía Royal Auto Brokers, quien participo en el salvamento de la langosta, informó que llamo al restaurant y habló con el propietario para preguntarle si contribuiría a salvar la vida de la langosta, pero que él le respondió que no sabía si reírse o pensar que estaba loco.
Por tal motivo, el empresario en conjunto con el grupo rescatista, decidió actuar de manera rápida llevar a cabo la operación salvar a Larry, que culminó con éxito.
Otro de los salvadores de la langosta es Brooke Estren, señaló que lo primero que hicieron fue humedecer una toalla de playa en agua con sal y envolver a Larry para poder transportarla viva hasta el Maine State Aquarium, donde ahora tendrán que decidir si liberan a la langosta en el mar o le dan refugio en el acuario para su exhibición.