De acuerdo con las estimaciones de los especialistas, Europa no escapará de una segunda ola de coronavirus, debido a un nuevo brote de infecciones en el continente.
Si bien hasta ahora no se ha declarado una segunda ola, los casos siguen en aumento a un ritmo acelerado, mientras los gobiernos tratan de lograr las medidas más acertadas. Sin embargo, se prevé que las cifras serán mucho más bajas que el pico del brote de abril.
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Aumento de casos de coronavirus
Según las cifras, en España los nuevos casos diarios llegaron a casi 1.000, liderados por picos locales en áreas como Aragón y Cataluña, donde se aplica toques de queda a los bares.
En Bélgica, un aumento de las infecciones obligó al gobierno a implementar medidas de distanciamiento social más estrictas, como limitar las interacciones cara a cara. Todas estas medidas se producen por temor a una segunda ola de coronavirus por la flexibilización de los confinamientos.
Pese a las restricciones, las personas se mueven más, por lo que esto da oportunidad al coronavirus de mezclarse. Aunque las oficinas y el transporte público siguen cerrados, las calles europeas están llenas de compradores, comensales y bebedores.
Los datos de movilidad de Google indican que el tráfico humano casi ha vuelto a los niveles previos al virus en regiones como París, Madrid y la Lombardía de Italia.
Segunda ola de coronavirus en Europa
Las estimaciones de la tasa de reproducción del virus de los economistas de Bank of America sugieren un aumento alrededor de 1 en países como el Reino Unido, Francia, Italia, España y Bélgica, lo que significa que una persona infectada lo transmitirá a más de una persona en promedio.
Hasta ahora, el estado de alerta de las autoridades públicas es alertador sobre una segunda ola de coronavirus.
Las nuevas restricciones generalizadas en España y Bélgica son preocupantes; pero los “confinamientos inteligentes” más pequeños también han sido efectivos en ciudades y regiones de Alemania, el Reino Unido e Italia. Y el uso de máscaras faciales, inicialmente desalentadas en muchos países, ahora está siendo implementado sabiamente por los formuladores de políticas.
La población juvenil
Por otro lado, el relajamiento del distanciamiento social, particularmente entre las personas jóvenes, es preocupante.
Las estadísticas de España muestran que las personas entre 20 y 30 años son una fuente clave de nuevas infecciones, ya que el clima cálido, las vacaciones y la reapertura de bares y restaurantes hacen creer que los peligros de transmisión parezcan menos urgentes.
Si bien los jóvenes son mucho menos susceptibles a las peores manifestaciones del covid-19, los gobiernos tienen razón en preocuparse por su capacidad para propagarlo. Por lo que se les insta a los jóvenes a “estar más atentos”.