De entre todas las variedades de semillas que existen, las semillas de marihuana autoflorecientes han crecido en popularidad en los últimos años.
Este tipo de semillas reciben su nombre gracias a que cuentan con la característica de la floración automática, produciéndose únicamente tres o cuatro semanas después de la germinación de la planta.
Esta velocidad de crecimiento, que puede ser hasta un 30% mayor que en otras variedades, ha sido un factor diferencial en el aumento de popularidad de las semillas de marihuana autoflorecientes.
Tampoco hay que obviar el hecho de que se trata de una variedad sumamente fácil de manipular, por lo que incluso los cultivadores más novatos podrán obtener los mejores resultados de las semillas de marihuana autoflorecientes.
Sin lugar a dudas, se trata de la genética más codiciada por los cannabicultores de todo el mundo, ya que les permite obtener productos de máxima calidad a grandes velocidades, brindando también niveles considerables de discreción.
¿Cómo se deben cultivar las semillas de marihuana autoflorecientes?
Como ya se ha adelantado, las semillas de marihuana autoflorecientes son muy fáciles de cultivar y mantener.
Esto se debe, en primer lugar, a que pueden crecer tanto en interiores como en exteriores. Asimismo, se trata de una variante muy resistente, capaz de soportar todo tipo de climas.
De hecho, en climas más calurosos, las semillas de marihuana autoflorecientes se pueden cultivar al aire libre sin problema, dando un ratio aproximado de cuatro cosechas por año.
La sencillez de su cultivo también se debe a que, a diferencia de las variedades tradicionales de marihuana, no necesitan un cambio tan constante en su fuente de luz.
Dado que florecen de forma automática, no es necesario que estén expuestas a 10 o 12 horas de sol y de oscuridad al día. Estas últimas no serán un factor determinante a la hjra de cultivar las semillas de marihuana autoflorecientes.
¿Cuándo se descubrió esta variedad de semillas?
El nombre científico de las semillas de marihuana autoflorecientes es Cannabis Ruderalis, y son un tipo de Sativa oriunda de las regiones centrales y orientales de Europa, como Rusia y Siberia.
Eso ya nos da un indicio de la ya mencionada resistencia de esta variedad de cannabis, ya que su lugar de origen es conocido por ser gélido e inhóspito.
De hecho, fue descubierta por boticarios soviéticos en los años veinte, quienes no la tuvieron muy en cuenta, debido a los bajos niveles de THC que presentaba en comparación con otras variedades ya conocidas.
Esta característica, sin embargo, ha ido modificándose con el correr de los años, gracias a la cruza genética entre variedades. Hoy en día, se pueden hallar semillas de marihuana autoflorecientes con una alta concentración de THC.
No fue sino hasta los años setenta que las semillas de marihuana autoflorecientes empezaron a ganar popularidad entre los cannabicultores gracias, una vez más, a su velocidad de florecimiento y a su gran robustez frente a diferentes climas, plagas e insectos.
Como se verá, la aparición de este tipo de semillas es bastante reciente y fue, cuanto menos, revolucionaria para el mundo del cultivo de cannabis.
Con las semillas de marihuana autoflorecientes, el cannabis deja de ser íntegramente fotodependiente, permitiendo un cultivo mucho más relajado y sin tantas condiciones de iluminación que volvían el proceso sumamente engorroso.
¿Conocías todas las ventajas de las semillas de marihuana autoflorecientes? ¡Dejanos tu opinión sobre ellas en los comentarios!