Luego de seis años de haber abandonado la relación, la griega Stefy Xipolitakis rompió el silencio y contó cómo fue la relación que vivió con Fede Bal, a quien definió como una pesadilla que no quiere volver a vivir en su vida.
Por primera vez Stefy Xipolitakis se armó de valor y abrió la puerta de la alcoba para contar sus vivencias: «Me zamarreó, es tóxico, terminé internada por el estrés»
La relación de Stefy y Fede Bal sucedió hace seis años atrás, en aquel entonces ambos compartieron escenario de Escandalosas, como se recordará esta obra reunió a Moria Casán y Carmen Barbieri.
Tras escuchar sus declaraciones, es comprensible que la griega no guarde buenos recuerdos de esa relación, ella afirma que fue «tóxica» y le generó un trauma que solo pudo curar años después, luego de conocer a su actual novio.
Mientras se encontraba en un móvil con Incorrectas, Stefy Xipolitakis recordó que Fede Bal comenzó a cortejarla cuando aún el salía con Tamara Gala y otras chicas más.
Sin temor a represalias, la hermana de Vicky se refirió a la familia Bal de manera impactante: «Todos tienen trastorno de personalidad».
Confesiones de Stefy Xipolitakis
Confesó que luego de comenzar con el artista, lo que más le llamó la atención era la diferencia entre su persona pública y privada. «Él no tiene una personalidad fuerte. Me vivía llorando para que esté con él, pedía que le atienda el teléfono, me decía que estaba solo. Era muy frágil, lloraba y de repente paraba y se quedaba duro. Tomaba alcohol y se excedía con otras cosas».
Cuando los panelistas le hicieron énfasis en aquellas cosas que usaba Fede Bal, Xipolitakis refirió que se trataba sobre el uso de la marihuana.
Como si fuese poco Fede Bal ya tenía un expediente de conducta que era público y notorio, ya que varios vecinos pudieron ver sus erráticas actitudes frente a la puerta del edificio donde ella vivía. «Venía y tocaba timbre, bocina, gritaba». En una ocasión, dijo, la «zamarreó». «Terminé internada por el estrés que me generó esta persona tóxica. Me volvió loca, me hizo las mil y una».