Tailandia.- La junta militar de Tailandia aún se mantiene en la búsqueda de los autores de más de una docena de ataques contra diversos sitios turísticos, los cuales dejaron un total de cuatro personas muertas y varias decenas heridas, provocando un ambiente de inquietud en un país que apuesta por las visitas de ciudadanos extranjeros para reflotar su economía.
Entre jueves y viernes un total de once bombas diferentes sitios de cinco provincias al sur del país asiático, entre ellas, las estaciones balnearias Hua Hin y Phuket. Dentro de los heridos tras estos atentados se encuentran diez turistas extranjeros.
Los militares que se encuentran en el poder sugieren que estos actos fueron un “sabotaje local” y no un acto de grupos yihadistas internacionales. Por otra parte, la policía local ha informado a los medios de comunicación que el motivo de dichos ataques continúa siendo incierto, aunque excluyen a varios grupos independientes del país.
“Puedo asegurarles que no es un ataque terrorista o la expansión de militantes de las tres provincias del sur», declaró a la prensa el comisario Ponsapat Pongcharoen, jefe adjunto de la policía nacional, como referencia al conflicto separatista que vive actualmente la región desde hace más de una década.
Horas antes de hacer dichas declaraciones, afirmaba que “la policía va a concentrarse en la inteligencia y en la vigilancia», mientras que los forenses están centrados en el análisis de las muestras de ADN recolectadas en los lugares de los ataques.
Tras los atentados, el ministro de Defensa Prawit Wongsuwan había anunciado durante una entrevista que este sábado emitiría una orden de detención, a pesar de que no dio más detalle sobre la misma.
[pullquote]»Puedo asegurarles que no es un ataque terrorista o la expansión de militantes de las tres provincias del sur»[/pullquote]
“La orden de arresto se emitirá hoy, pero no le diré en que provincia será declarada”, aseguró el general.
Entretanto, los cuerpos de seguridad han reforzado las medidas cautelares en todo el país, especialmente en las distintas localidades que fueron afectadas, haciendo énfasis en las estaciones de trenes, aeropuertos y diversos sitios de alta concentración de civiles, como centros comerciales o de espectáculos.
Durante estos ataques perdieron la vida un total de cuatro personas, mientras que otras veinte fueron heridas; las más graves fueron trasladados de manera inmediata hasta los centros hospitalarios más cercanos.