El atleta estadounidense Christian Taylor, ha ganado la medalla de oro en la disciplina del salto triple en estos Juegos de Río. La ha obtenido con un registro de 17,86 metros y de esta forma no han saltado las alarmas en cuanto al favoritismo del competidor norteamericano.
Taylor ha confirmado todos los anteriores pronósticos con una medalla de oro pero sin ningún tipo de récord.
Comienza a ser noticia que en el estadio Engenhao de Río, un atleta que sin obtener ningún record Olímpico o del mundo se lleve la medalla de oro. El estadounidense Christian Taylor, lo ha conseguido de esta forma, en un concurso con apenas solo tres saltos válidos, donde el más largo fue de 17,86 metros. De esta forma ha corroborado su papel como favorito y ha revalidó el título mundial de la disciplina olímpica.
Y a pesar de que Pablo Torrijos, el ‘canguro’ como le denominan al saltador español que se mordió las uñas por no estar en esta final, había dicho que el récord del presbiteriano Jonathan Edwards caería en estos Juegos, ni se acercó a esa marca mundial.
El bicampeón, también dos veces campeón del mundo, y que ya ha saltado hasta los 18 metros a comienzos de este año, encontró en su compatriota el estadounidense Will Clayer con un salto de 17,76 metros, una cierta rivalidad final pero que por la falta del cubano Pichardo, que por lesión se ha perdido estos Juegos. Una lesión de rodilla, precisamente en el año 2013, en el año en el que rompió su racha de logros y fue cuarto en Moscú, fue lo que obligó a cambiar al estadounidense a la pierna batida. Ahora es la izquierda la que soporta dos de los tres pasos que da el competidor. La medalla de bronce fue para al chino Bin Dong, que hizo una marca personal de 17,58 metros.
En estos Juegos se ha visto como se han obtenido medallas de oro pero no han estado acompañadas de ninguna manera por ningún clase de récord ni olímpicos ni tampoco del mundo. Se comienza a hablar en Río de la maldición del estadio Engenhao.