Argentina.- Desde la secretaría de redacción del semanario, que fuearremetido ayer por una patota, cuestionaron la actuación de la fiscal y apuntaron contra el Ministerio de Seguridad.
Adrián Murano, secretario de redacción del semanario Tiempo Argentino, criticó el accionar de la fiscal Verónica Andrade– quien interviene en la investigación de los sucesos de invasión y agresiones hacia el diario por parte de una patota el lunes a la madrugada- y demandó explicaciones al Ministerio de Seguridad sobre la implicación de la Policía Federal en los hechos.
Durante la madrugada del lunes, una patota de alrededor de 20 personas, liderada por el empresario Mariano Martínez Rojas –quien argumenta ser el dueño del medio- ingresó a la redacción del semanario Tiempo Argentino en el barrio porteño de Colegiales y destrozó las instalaciones de la cooperativa que administra el medio.
De acuerdo a Javier Borelli, Presidente de la Cooperativa Por Más Tiempo, la patota encabezada por Martínez Rojas ingresó al edificio a través de radio América y rompió la puerta que conecta la emisora con el semanario. Agredieron y expulsaron a los trabajadores que hacían las veces de serenos por encomienda del Ministerio de Trabajo.
Ya en la calle, los trabajadores expulsados del edificio se comunicaron con sus compañeros, y a la vez, fueron a realizar la denuncia a la comisaría 31 de la Policía Federal.
«La policía llegó hasta el lugar y se quedó en la puerta. Varios compañeros comenzamos a llegar y a pedir que ingresaran, les mostramos los papeles donde consta que el Ministerio nos había designado garantes de las instalaciones, pero el subcomisario nos decía que la fiscalía le había ordenado no ingresar», señaló Borelli.
Alrededor de las tres y media de la madrugada la Policía finalmente ingresó al edificio. Los agresores se retiraron del lugar escoltados por uniformados. No fueron detenidos, pero sí imputados.
-Trabajadores ingresan al edificio, son repelidos con matafuegos(Agencia Télam)
Desde la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N° 6, encabezada por Verónica Andrade, argumentaron que no fueron detenidos debido a que se trata de un delito excarcelable. Además, la fiscal explicitó en diálogos radiales que “si el señor Martínez Rojas y sus colaboradores no concurren dentro de las 48 horas, estoy habilitada para ir a buscarlos por la fuerza pública».
“Uno cuando interviene lo tiene que hacer responsablemente y no puede generar más con conflicto que pretende solucionar. Hubo dos momentos: uno que fue cuando irrumpió el que generó el conflicto verdadero, que fue Martínez Rojas y sus acompañantes. Y después hubo una irrupción de los periodistas que querían acceder a sus fuentes de trabajo. O tenía que llevar a todo el mundo detenido, circunstancia que iba a ser un desastre. Pero pretendí negociar para poder llevar a la justicia el análisis de todo esto”, explicó Andrade a Radio del Plata.
Cuestionada por las imágenes donde se puede ver a Martínez Rojas acompañado por la Policía al retirarse, la fiscal explicó: “En el momento hubo una denuncia, hubo una intervención policial que lo único que hizo fue intentar descomprimir un conflicto que podría haber pasado a mayores”.
A partir de este accionar de la fiscal, critica Murano, señalando que, si bien la fiscal ordenó el desalojo de los agresores, primeramente ordenó que los trabajadores se queden afuera y esperen hasta las 9 de la mañana para comunicarse con ella.
«Nosotros decidimos entrar por el garaje, ella modifica la orden y la Policía, no sé si por propia voluntad, negocia la salida de los violentos», señaló Murano. Además, el periodista criticó la actitud de la fiscal al posicionar a los trabajadores como intrusos, mientras la patota destrozaba las instalaciones.
Posteriormente, Murano remarcó la falta de respuestas por parte del Ministerio de Seguridad de la Nación: «La Policía Federal responde al Ministerio y no tuvimos una explicación de Patricia Bullrich, no sabemos si hay sumarios».
Además, Murano se pronunció respecto a quienes relativizan estas agresiones en función de la orientación ideológica del medio: «Esto fue, sobre todo, un atentado al derecho a la información de los lectores de Tiempo, que tienen el mismo derecho a informarse que los que eligen otro diario. Esto va más allá de las líneas editoriales. Es una violación al Estado de Derecho, y quien lo debe preservar es el Estado».