Australia enfrentó a tormentas de polvo después de los fuertes incendios forestales que azotaron a ese país y de las fuertes lluvias que apagaron el fuego en algunas zonas devastadas.
Estas tormentas de polvo a las que se enfrentan los habitantes de Australia se originan gracias a las tormentas eléctricas, granizos, potenciales rialas y fuertes vientos.
Según la agencia australiana de meteorología, las tormentas de polvo surgen también por los fuertes vientos que levantan partículas de suspensión desde las zonas áridas que golpean el estado de Nueva Gales del Sur, uno de los estados australianos más afectados por los incendios forestales.
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Alertas por las tormentas de polvo
El pasado domingo, las autoridades australianas levantaron varias alertas entre las que se señalaban la intensidad de las tormentas de polvo.
“¡El día se convierte en noche!”, así dieron a conocer este fenómeno natural que de manera sorpresiva tomó a tomó a todos los habitantes de aquella región del mundo.
A través de las diferentes imágenes que se mostraron desde la cuenta oficial de la dependencia australiana, se puede observar el paso de una tormenta de polvo en la localidad de Narromine, ubicada a unos 500 kilómetros de Sidney.
En otro video se aprecia que los conductores detienen sus autos por no tener visibilidad hacia el exterior debido a la densidad de la arena.
De acuerdo con informaciones de medios locales, las ráfagas de viento que se registraron tuvieron una velocidad de 94 a 107 kilómetros por hora.
Clima apocalíptico en Australia
Tras la llegada de las intensas lluvias que extinguieron los focos de fuego existentes, Australia ha vivido un clima extremo con registros de lluvias con tormentas eléctricas y caída de granizos en diversas ciudades.
Las ráfagas de viento alcanzaron los 116 km/ h este lunes, según la oficina de Meteorología de Australia. Además se conoció que dos turistas fueron ingresados a un hospital por heridas leves después de ser alcanzados por un rayo.
Entre el domingo y lunes de la semana pasada, una fuerte tormenta azotó el sureste, trayendo consigo piedras de granizo del tamaño de una pelota de golf que golpearon automóviles y edificios en la capital de Australia.
En Canberra, según CNN y The Guardian, granizos gigantes destruyeron edificios y automóviles. La tormenta de granizo también golpeó la Casa del Parlamento de Canberra, destruyendo árboles en su jardín arrancando sus ramas.