A medida que las playas y centros turísticos del Caribe comienzan a recibir visitantes, los dueños de los resorts no quieren turistas estadounidenses en ellos.
Los lugares de vacaciones tropicales en toda la región están rechazando a los ciudadanos estadounidenses, por temor a que éstos puedan propagar el coronavirus en la región, lo que los aísla de una de las pocas regiones que aún son accesibles para ellos.
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Prohibiciones de vuelos y barcos
Esta semana, Bahamas comenzó a prohibir los vuelos comerciales y los barcos de turistas estadounidenses, incluso cuando invita a los visitantes canadienses y europeos a visitar.
Los países holandeses de St. Maarten y Curazao también han reabierto a casi todos, menos a los viajeros estadounidenses.
Estados Unidos se convirtió en el centro de la pandemia de covid-19, con casi cuatro millones de casos y más de 140.000 muertes, mientras que el Caribe ha sido una de las regiones menos afectadas.
De los seis lugares en América que no tienen casos de coronavirus activos, cinco de ellos son pequeñas islas en el Caribe, según la Organización Panamericana de la Salud.
Pero la acción de rechazar a los turistas estadounidenses, el 80% de sus visitantes, no fue una decisión que Bahamas tomó a la ligera. Esto podría representar una caída libre de su economía.
“El turismo es nuestro pan de cada día”, dijo Joy Jibrilu, directora general del Ministerio de Turismo y Aviación de las Bahamas. “Fue una decisión muy difícil y la estamos sintiendo”.
Aun así, el país no tiene la capacidad de lidiar con un brote considerable, dijo, por lo que no tuvo más remedio que cerrar los viajes masivos desde los epicentros del coronavirus.
Rechazan a los turistas estadounidenses
Puerto Rico, un territorio estadounidense de 3,2 millones de habitantes, relanzó oficialmente su sector turístico el 15 de julio. Al día siguiente, en medio de un aumento local en los casos, los funcionarios pidieron a los estadounidenses del continente que se queden en casa.
La isla, junto con otros lugares de vacaciones en el Caribe que aún aceptan turistas estadounidenses, está pidiendo a los viajeros entrantes que muestren pruebas de covid-19 y, en algunos casos, se autoaislen.
El domingo, el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalvez, dijo que estaba considerando cancelar los vuelos desde EE.UU. nuevamente, tras la llegada de 12 viajeros infectados.