Desde hace 11 años, se celebra en alrededor de 50 países el primer viernes de agosto el Día Internacional de la Cerveza; este 2018 le corresponde al 3 de agosto. Ha sido tanta su fama, que se ganó desde el 2007 un día en el calendario; es incluso un referente turístico en algunos lugares, gracias a su calidad.
Ese festejo tuvo su origen en un pequeño bar de Santa Cruz, Estados Unidos. La fecha se escogió en primer lugar, porque el viernes es un día en que normalmente se ingiere esta bebida. Así como también, por conmemorarlo en un día de verano, lejos de otras festividades cerveceras.
A partir de ese momento, la celebración se popularizó en todo el mundo, hoy en día se festeja en casi 207 ciudades y 50 países de seis continentes. Es además por excelencia, la bebida alcohólica más consumida en el mundo.
Según se sabe, el Día Internacional de la Cerveza se estableció con el propósito de juntarse con los amigos y disfrutar de la bebida. Pero también el de celebrar a los hombres y mujeres que la elaboran y la sirven.
En lugares como Alemania, esta celebración se ha convertido en todo un suceso. Se dice que allí cuentan con unas cinco mil variedades de cerveza, y que para probarlas todas habría que tomar al menos trece por día.
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Por un accidente
La cerveza es una de las bebidas fermentadas más antiguas de la humanidad y, también, una de las más valoradas.
El origen de esta bebida se dio en el nacimiento de la civilización, hace unos 12 mil años, cuando por accidente, unos granos que pudieron haber sido de trigo o de cebada terminaron fermentándose. Por alguna razón alguien la probó y se dio cuenta de los aportes que le daba a su organismo.
Sin embargo, se cree que la cerveza tuvo su origen en Mesopotamia. La evidencia más antigua es una tablilla sumeria, donde se observan varias personas tomando cerveza de un mismo recipiente. Los Babilonios heredaron de los Sumerios el arte del cultivo de la tierra y la elaboración de cerveza.
En resumen, el Día Internacional de la Cerveza es una buena razón para que todos los amantes de esta bebida pongan sus vasos bien altos y hagan un brindis, en honor a uno de los más grandes placeres que haya producido la humanidad. ¡Salud!