La Plata.- Boca derrotó a San Lorenzo por 2 a 0 en un amistoso jugado en el estadio de la Ciudad de La Plata con publico de ambas parcialidades. Los goles fueron convertidos por Carrizo y Pablo Pérez, uno en cada tiempo. Ambos conjuntos se preparan para el comienzo del torneo local.
Boca y San Lorenzo presentaban sus nuevas versiones de este año después de lo ocurrido en la anterior temporada. En el conjunto de Boedo debutó, de manera oficial, Diego Aguirre como entrenador en reemplazo de Pablo Guede y alguno de sus refuerzos, como Coloccini y Tino Costa. Por el lado del xeneize, Guillermo Barros Schelotto puso en cancha a su “nuevo” Boca, con Vergini como zaguero central, y con Carlos Tevez como eje de juego.
El partido arrancó como un amistoso poco habitual. Desde las tribunas se podía apreciar las ganas de los jugadores de demostrar lo que saben. Muchos de los 22 jugadores que salieron al campo de juego no tienen su puesto asegurado y se notaba. En ambos equipos se corría mucho, se luchaba de mas y se jugaba poco.
Las acciones eran mas favorables para San Lorenzo en los primeros minutos, que salió a comerse crudo a Boca en la salida. El plan era ahogar a al doble cinco Pérez-Bentancur y a partir de ese punto salir disparado para el arco de Sara. Boca no podía hacer pie por momentos, le costaba cruzar la mitad de cancha y el otro doble cinco Ortigoza-Mercier dominaban el juego.
A ese breve dominio le falto claridad en los últimos metros. San Lorenzo no pudo ser profundo en ese tramo del partido y a partir de una buena solidez defensiva, Boca empezó a alejarse de Sara. El partido sufriría el primer quiebre con la primera aproximación xeneize.
Tevez y Peruzzi quebraron la defensa de San Lorenzo por derecha y Carrizo tomó el centro por el centro del área para vencer a Torrico. Pura contundencia fue la herramienta que tuvo Boca para llegar a la ventaja. A partir de ese momento, justifico el resultado.
Estar arriba en el resultado y la lesión de Ortigoza hizo más fácil que Pérez y Bentancur manejen la pelota. Junto con Tevez formaban un triangulo de juego que abría la pelota para los costados, donde Carrizo y Zuqui (con ayuda de los laterales) rompían la línea defensiva de San Lorenzo.
A diferencia de su rival, Boca aprovechó el momento de dominio para tener mas la pelota y tener paciencia para saber cuándo se podía profundizar. La entrada de Pavón le dio otorgó una cuota mayor de peligrosidad al ataque.
El final del encuentro lo decretaría Pablo Pérez (de futuro incierto) con un tiro de larga distancia al cual el arquero de San Lorenzo nunca llegó. Los minutos pasaron solamente para llegar al final del partido y para que el azulgrana se llene de faltas y dudas surgidas de la impotencia. Boca presentó, ante su gente, las armas que tiene para conquistar el campeonato local y la Copa Argentina, cuando todavía le faltan los refuerzos.